Viendo que esta banda rusa ha lanzado un segundo álbum este año, aprovecharé entonces para dar un repaso a su debut de 2005 con el que los conocí y comprobé lo bien surtidos de buenos teclados que andan los grupos de Black Sinfónico rusos, para más señas ahí están Astel Oscora, Astarium, Embers Of Life, Stigmatic Chorus, Black Countess, Crystal Abyss, Esgharioth, Radigost o Izakaron.
Aunque esta banda no suena tanto a grupo ruso sinfónico, es el clásico ejemplo que sería descrito como similar a Dimmu Borgir, cosa que comparto en principio, porque Sinful tienen sus buenas cualidades al margen de la famosa banda noruega que ya ni toca Black Sinfónico.
Una decente producción es el envoltorio esperado en un disco de guitarras melódicas y ligeras con recuerdos blackers, batería adaptada a las demandas de las canciones y la infaltable galería de teclados bombásticos.
Su teclista, que por entonces era el mismo que se encarga de las voces, da muestras de lo mucho que le gusta el “Enthrone Darkness Triumphant” de Dimmu Borgir, con sus pianos con un papel muy activo, sintetizadores fastuosos que llevan el mando aparte de las guitarras e incluso una clara emulación del tipo de teclados que conocemos de temas como “Entrance” del disco noruego mencionado. Originalidad, poca como vemos, pero lo hacen bien y debo remarcar el importante papel de los teclados en las composiciones, que tienen su mérito.
Decía que el teclista es también el vocalista, quien nos brinda la que puede ser la mejor diferencia con Dimmu Borgir, con su tono raspado y discreto que alterna con guturales y a mí desde luego me gusta más ese estilo vocal, como me pasa con Graveworm o Liar of Golgotha.
Poco más hay que aclarar por ser una propuesta tan conocida (y trillada), sólo hay que agregar que sobresalen por encima de los meros imitadores y gustará a quien se sienta satisfecho con Ishtar, Misteltein o Ad Inferna.
Aunque esta banda no suena tanto a grupo ruso sinfónico, es el clásico ejemplo que sería descrito como similar a Dimmu Borgir, cosa que comparto en principio, porque Sinful tienen sus buenas cualidades al margen de la famosa banda noruega que ya ni toca Black Sinfónico.
Una decente producción es el envoltorio esperado en un disco de guitarras melódicas y ligeras con recuerdos blackers, batería adaptada a las demandas de las canciones y la infaltable galería de teclados bombásticos.
Su teclista, que por entonces era el mismo que se encarga de las voces, da muestras de lo mucho que le gusta el “Enthrone Darkness Triumphant” de Dimmu Borgir, con sus pianos con un papel muy activo, sintetizadores fastuosos que llevan el mando aparte de las guitarras e incluso una clara emulación del tipo de teclados que conocemos de temas como “Entrance” del disco noruego mencionado. Originalidad, poca como vemos, pero lo hacen bien y debo remarcar el importante papel de los teclados en las composiciones, que tienen su mérito.
Decía que el teclista es también el vocalista, quien nos brinda la que puede ser la mejor diferencia con Dimmu Borgir, con su tono raspado y discreto que alterna con guturales y a mí desde luego me gusta más ese estilo vocal, como me pasa con Graveworm o Liar of Golgotha.
Poco más hay que aclarar por ser una propuesta tan conocida (y trillada), sólo hay que agregar que sobresalen por encima de los meros imitadores y gustará a quien se sienta satisfecho con Ishtar, Misteltein o Ad Inferna.
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