Este reciente descubrimiento de Black Sinfónico me demuestra que aún me queda por escarbar en el underground de los años noventa, ya que nunca oí hablar de esta banda y su sonido me ha supuesto una grata sorpresa.
Es el debut de 1996 de estos suecos, que no se caracteriza por ese sonido de filosas guitarras de cristal que solemos encontrar como sello personal en otros grupos de ese país; más bien les sucede como a Parnassus, Ishtar, Misteltein o Apostasy, que más que suecos parecen grupos típicamente noruegos.
Desde el primer minuto nos queda claro que se trata de un genuino producto de esos años, con su producción de vidrio ahumado que en años venideros sería sustituido por el refulgir de la era digital. Los ritmos veloces y plagados de blast-beats son una constante en este álbum de clásica agresividad blacker, donde las guitarras descuartizan el silencio con grosera persistencia.
El mismo efecto lacerante viene de mano del rudo desgarro vocal, que como efímera nota de variedad incluye voces femeninas en un par de temas para desprender algo más de atmósfera.
Y, ya que hablo de atmósfera, los teclados no son un omnipresente elemento que dirija el conjunto como en tantos otros casos del estilo, pero sí que son bastante constantes, consistiendo sobre todo en unos órganos que exhalan misticismo y pervertida santidad, dotando al álbum de ese intimismo que sólo encontramos en las bandas viejas.
Con obras posteriores no me he atrevido aún, pero las portadas no me auguran que esos discos contengan este encanto de antaño, que sin embargo contienen bandas de años modernos como Praeda, Black Palace Symphony, Magan o el primer álbum de Hortus Animae. Ya que he citado esos grupos, considero dejarlos como referentes a la hora de recomendar este buen debut sueco.
Es el debut de 1996 de estos suecos, que no se caracteriza por ese sonido de filosas guitarras de cristal que solemos encontrar como sello personal en otros grupos de ese país; más bien les sucede como a Parnassus, Ishtar, Misteltein o Apostasy, que más que suecos parecen grupos típicamente noruegos.
Desde el primer minuto nos queda claro que se trata de un genuino producto de esos años, con su producción de vidrio ahumado que en años venideros sería sustituido por el refulgir de la era digital. Los ritmos veloces y plagados de blast-beats son una constante en este álbum de clásica agresividad blacker, donde las guitarras descuartizan el silencio con grosera persistencia.
El mismo efecto lacerante viene de mano del rudo desgarro vocal, que como efímera nota de variedad incluye voces femeninas en un par de temas para desprender algo más de atmósfera.
Y, ya que hablo de atmósfera, los teclados no son un omnipresente elemento que dirija el conjunto como en tantos otros casos del estilo, pero sí que son bastante constantes, consistiendo sobre todo en unos órganos que exhalan misticismo y pervertida santidad, dotando al álbum de ese intimismo que sólo encontramos en las bandas viejas.
Con obras posteriores no me he atrevido aún, pero las portadas no me auguran que esos discos contengan este encanto de antaño, que sin embargo contienen bandas de años modernos como Praeda, Black Palace Symphony, Magan o el primer álbum de Hortus Animae. Ya que he citado esos grupos, considero dejarlos como referentes a la hora de recomendar este buen debut sueco.
3 comentarios:
Hola, quería que su blog examinasse mi EP de "melodic black one-man-band called Summum Bonum". Porque no puedo enviar el CD original yo vivo en Brasil. Pero, ¿cómo puedo enviarle un e-mail el link para descargar el EP completo con todos los MP3, la foto de la portada y las notas, cartas, Y también biografía? Gracias
Gracias, me los descubriste a mi tambien
Sin duda una muy buena dosis de black metal q mala onda q nada mas grabaron 2 demos y 3 cds. Oficiales ,un excelente track GONE BELOW
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