Esta entrada es una petición de una amiga, a quien gustosamente se la concedo porque ha estado muy bien retomar este disco que tan olvidado tenía. Si es que a veces, a falta de nuevos grupos, rebuscar en los viejos discos abandonados supone un interesante ejercicio de descubrimiento.
Estos austriacos se separaron después de tan sólo dos discos, siendo este debut de 2000 un Black Melódico al uso de otros grupos germánicos de los últimos diez años como Cryptic Wintermoon (con quienes comparten el gusto por las acústicas) o Sycronomica.
Esto da lugar a un producto bastante estandarizado en principio, con una orientación eminentemente melódica, con guitarras de cierta influencia Death muy bien respaldadas por unos teclados que se solapan con ellas sin llegar a ser tan prominentes como en los festines sinfónicos de otros grupos. Sin embargo, tienen un ojo puesto en el Black Sinfónico de años anteriores, cosa que se nota en las estupendas líneas de piano, los órganos y esas siniestras intros de las canciones tan características de discos de mediados de los años 90.
El aspecto vocal es humildemente satisfactorio, por suerte no han arruinado un disco instrumentalmente agradable con una voz horrenda como en otros casos menos afortunados, contando con una correcta voz rasgada que no desea sobresalir entre los instrumentos y unas ocasionales guturales (me encanta ese detalle, siempre lo digo).
Que sea un disco melódico no debe haceros pensar en que no hay potencia, porque este álbum cuenta son sus secciones cañeras, aspecto más palpable en el híbrido más evidente de Black y Death de su posterior disco “Gift of tongues”, que mantiene por suerte el punto sinfónico de los sintetizadores.
En su casi una hora de duración tenemos canciones largas, elaboradas y con buen ojo para las melodías y los teclados, te gustará si ya conoces los típicos grupos melódicos de esas tierras y ya sabes más o menos a lo que va a sonar.
Estos austriacos se separaron después de tan sólo dos discos, siendo este debut de 2000 un Black Melódico al uso de otros grupos germánicos de los últimos diez años como Cryptic Wintermoon (con quienes comparten el gusto por las acústicas) o Sycronomica.
Esto da lugar a un producto bastante estandarizado en principio, con una orientación eminentemente melódica, con guitarras de cierta influencia Death muy bien respaldadas por unos teclados que se solapan con ellas sin llegar a ser tan prominentes como en los festines sinfónicos de otros grupos. Sin embargo, tienen un ojo puesto en el Black Sinfónico de años anteriores, cosa que se nota en las estupendas líneas de piano, los órganos y esas siniestras intros de las canciones tan características de discos de mediados de los años 90.
El aspecto vocal es humildemente satisfactorio, por suerte no han arruinado un disco instrumentalmente agradable con una voz horrenda como en otros casos menos afortunados, contando con una correcta voz rasgada que no desea sobresalir entre los instrumentos y unas ocasionales guturales (me encanta ese detalle, siempre lo digo).
Que sea un disco melódico no debe haceros pensar en que no hay potencia, porque este álbum cuenta son sus secciones cañeras, aspecto más palpable en el híbrido más evidente de Black y Death de su posterior disco “Gift of tongues”, que mantiene por suerte el punto sinfónico de los sintetizadores.
En su casi una hora de duración tenemos canciones largas, elaboradas y con buen ojo para las melodías y los teclados, te gustará si ya conoces los típicos grupos melódicos de esas tierras y ya sabes más o menos a lo que va a sonar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario