Suelo quejarme mucho de que los grupos de hoy día no suenan como los discos de antes, y de lo poco que me gustan las moderneces en general, pero es justo señalar que son muchas las bandas recientes con un sonido añejo que nos trae grandes recuerdos.
Es el caso de este debut del año pasado, que en poco tiempo ha llamado mucho la atención en el underground y no es para menos porque rememoraron viejos tiempos en pleno 2008.
La música de estos finlandeses aparece catalogada como Doom-Death y se acerca mucho al Death Metal más lento y pesado, o viceversa.
Una buena manera de explicar su propuesta es que imaginemos el resultado de escoger una infecta banda de Death Metal cascado, como por ejemplo Funebrarum, y bajarle la velocidad hasta llegar al Doom de bandas clásicas como Cathedral. Ahí tenemos una buena representación de lo que encontramos en esta pestilencia de debut.
Predominan las texturas polvorientas y enmohecidas de sus densos y pesados riffs, con sus correspondientes ritmos fúnebres, pero sin embargo brindan sus toques de melodías guitarreras e incluso solos con un aire muy tradicional. La voz consiste en vómito gutural todo el tiempo al estilo del Death Metal, abismalmente oscura como debe ser en un disco tan hediondamente sepulcral.
Es el caso de este debut del año pasado, que en poco tiempo ha llamado mucho la atención en el underground y no es para menos porque rememoraron viejos tiempos en pleno 2008.
La música de estos finlandeses aparece catalogada como Doom-Death y se acerca mucho al Death Metal más lento y pesado, o viceversa.
Una buena manera de explicar su propuesta es que imaginemos el resultado de escoger una infecta banda de Death Metal cascado, como por ejemplo Funebrarum, y bajarle la velocidad hasta llegar al Doom de bandas clásicas como Cathedral. Ahí tenemos una buena representación de lo que encontramos en esta pestilencia de debut.
Predominan las texturas polvorientas y enmohecidas de sus densos y pesados riffs, con sus correspondientes ritmos fúnebres, pero sin embargo brindan sus toques de melodías guitarreras e incluso solos con un aire muy tradicional. La voz consiste en vómito gutural todo el tiempo al estilo del Death Metal, abismalmente oscura como debe ser en un disco tan hediondamente sepulcral.
Incluyen algún que otro simple cinematográfico, y la portada y el logo nos muestran la inspiración en “La noche del terror ciego” de Armando de Ossorio, esa película de terror con caballeros templarios sin ojos que vuelven de la sepultura, y esa serie B encaja a mi parecer como un guante en esta música tan rematadamente oscura, que también nos recuerda la estética de los cómics de horror.
Y ojo, que por lo visto tienen previsto un disco para el año que viene, otra pútrida obra que nos devolverá el espíritu de las viejas bandas de antes. Recomendado queda entonces este disco para amantes del oscuro Death Metal de grupos como Funebrarum, Infester o Blaspherian y de bandas de Doom-Death como The Knell, Ataraxie, Evoken y los primerizos Anathema y Paramaecium.
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