martes, 5 de mayo de 2009

INFESTER - To the Depths, In Degradation


Me permito cambiar un poco la tónica general del blog (por poco tiempo) para reseñar un álbum de Death Metal. Lo he hecho ya en unas pocas ocasiones y siempre digo que es un estilo del que escucho grupos contados, no soy un gran conocedor de ello y mis preferencias se inclinan por los grupos más oscuros y densos, como por ejemplo Funebrarum, Imprecation y Rippikoulu. Precisamente esta banda estadounidense se une a ese elenco de grupos que comparten miembros (o casi más bien al batería Dario Derna) que son Krohm, Evoken, Abazagorath y los citados Funebrarum.

Descubrí este disco de 1994 al verlo comparado con Imprecation, esa maravillosa blasfemia en forma de Death oscuro y lúgubre, y razón no le faltaba al que afirmó tal parecido.
El nombre del grupo no podía ser más acertado, pues su sonido es realmente infecto y apesta a putrefacción avanzada, con sus guitarras sucias y pesadas, y una percusión más o menos variada dentro de lo razonable en el estilo; pero donde se lucen para mi gusto es en las partes más podridamente lentas, siendo allí donde disfrutamos de un mayor énfasis en la atmósfera oscura.
Hablando de atmósfera, es uno de esos grupos que añaden unos escasos y sencillos teclados que realzan el ambiente pútrido del álbum, muy propio de las torturas infernales que nos ilustraban con macabro detalle los artistas medievales y renacentistas, siendo sencillísimo imaginar a millares de desgraciados abrasados y descarnados en eterna agonía.

La voz no se queda atrás con respecto al tono tan retorcido y hediondo del disco, es una gutural inhumana que a veces se torna en gritos desgarrados, no llega al nivel de monstruosidad del vocalista de Demilich pero no le tiene demasiado que envidiar.
Una crítica que se le podría hacer al CD es que los temas son muy similares y no resulta fácil distinguirlos ni recordarlos de primeras, pero de todas formas es incluso una ventaja si resulta que te gusta realmente lo que has encontrado y no te sume en la monotonía. Lo mismo se puede decir de la producción, que está lejos de ser buena y limpia, pero en realidad es más bien un aliciente para quienes buscamos discos pestilentes.

Lo dicho, muy propio para degustadores de las putrefactas obras de Imprecation, Funebrarum, Rippikoulu, Funebre o Demilich.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que fregon esta el disco gracias x tu aporte y ademas muy buena tu pagina de las mejores que he visitado