miércoles, 13 de mayo de 2009
POCCOLUS - Poccolus
Me complace presentaros el grupo de Lituania que más me ha gustado, aunque la verdad es que sólo he escuchado tres desde que el año pasado descubrí a los paganos Ha Lela (quienes compartieron algún miembro con Poccolus).
Hace tiempo que se separaron, pero este disco de 1996 fue vuelto a editar en 2006 con un nuevo artwork y es por ello fácil seguirles la pista e incluso escuchar temas online.
Pues bien, este álbum corresponde perfectamente a lo que uno espera de un disco de 1996 de su estilo, un Black Metal modestamente producido con atmósferas oscuras y paganas, e incluso toques Folk eslavos.
Por ello opino que dos buenas referencias para hacerse una inmediata idea serían el “Phantoms” de los húngaros Sear Bliss y el “Goat Horns” de los ucranianos Nokturnal Mortum.
Su Black Metal está bajo la influencia de los grupos escandinavos, pero tienen ese toque místico de Sear Bliss, a los que recuerdan además por esa producción sucia pero no por ello desagradable, que incluso confiere un aire añejo, y por las melodías memorables que transmiten con sencillos teclados ambientales. Por otra parte, el regusto a Nokturnal Mortum lo encontramos en el trasfondo folklórico, pues ambos grupos se acercan más al Black Sinfónico que al Folk Metal puro y una vez más la producción difuminada contribuye a recordar al grupo ucraniano.
Las guitarras son entonces tajantes y sucias, apreciándose especialmente en una canción que es particularmente blacker a lo noruego, pero también pegadizas, y los ritmos dominantes son los medios tiempos por tratarse de un grupo tan condicionado por el paganismo. A esto le agregan unos teclados que nos acompañan intermitentemente, sencillos como dije arriba pero muy agradables de escuchar de fondo, con ese punto misterioso y oscuro de bandas paganas que se acercan a los dominios del Black Sinfónico noventero. Pero no queda ahí el toque pagano, porque a veces interviene el gusli, antiquísimo instrumento de cuerda eslavo; admito que a veces lo confundí con guitarras acústicas, porque el papel es muy similar, pero en otros momentos aporta un sonido más movidamente folklórico.
La mayoría de las voces tienen mucha influencia de Burzum, agónicas y desquiciadas, pero también hay otras rasgadas más macabras y unas voces limpias al estilo cántico entre pagano y lúgubre, un toque excelente para acabar de redondear un CD que ya de por sí ya tiene magníficas melodías (que a veces son hasta melancólicas, ojo).
Pienso que puede gustar tanto a fans de lo pagano como de lo sinfónico, porque integra esas dos facetas de una manera que me ha convencido.
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