Rescato este disco de las primeras entradas porque sencillamente es una maravilla, y así tendréis una nueva oportunidad de conocer esta sensacional banda portuguesa si alguien no lo ha hecho aún de mano de mi entrada sobre su otro disco "Locus Horrendus". Y es que es increíble que no tengan más reconocimiento a pesar de que debutaron en el 96.
Para mi gusto es la mejor formación de Doom Metal de nuestro país vecino (y de las mejores del mundo entero también), cosa que no es insignificante precisamente si recordamos esos grupazos portugueses como Before The Rain y Process Of Guilt.
No siguen las directrices del clásico Doom-Death al uso a lo My Dying Bride, lo suyo es un Doom especialmente atmosférico y casi poético con teclados muy presentes y juegos vocales, pero eso no los convierte en Gothic-Doom, ojo.
Este disco, como la gran mayoría de los debuts, nos muestra la faceta más dura y sobria de una banda en sus inicios; de todas formas es un trabajo muy atmosférico para ser un debut, pero desde luego no es tan sofisticado como su sucesor “Locus Horrendus”. Los discos de esta banda se caracterizan por plasmar musicalmente a la perfección el concepto de las letras, y así vemos que, mientras su segundo disco es muy trágico y elegante, este “Infinity... A timeless journey through an emotional dream” desprende desde el principio una intensa aura de ensoñación equiparable a contemplar la infinidad del horizonte del mar desde unos acantilados bañados por la escasa luz rojiza arrojada por el ocaso (la portada no podía ser más fiel).
Unas guitarras llenas de buenas melodías se acoplan con acierto a otras genuinamente doomsters, envueltas por etéreos teclados que conceden un ambiente sumamente onírico y ese estilo vocal tan reconocible en Desire.
Las voces merecen un tratamiento aparte, porque son variadas y resulta que todas son de primera. La principal es la casi inevitable gutural, bien bruta y oscura, realzada en ocasiones por unas voces rasgadas a lo Black Metal que ya quisieran muchos vocalistas de ese estilo (en “Locus Horrendus” son más abundantes) y unas pocas voces susurradas y femeninas líricas que aportan un toque extra de ambiente.
En principio parece más corto que el segundo disco al ver el número de canciones, pero éstas superan los diez minutos de duración y la más larga llega a los dieciséis, siendo la excepción “Forever dreaming” con sus seis minutos.
No lo dudes si el Doom Metal es tu estilo favorito, incluso si no es así y te gusta un poco de todo, porque merece muchísimo la pena dedicar un poco de tu tiempo a conocer esta banda.
Para mi gusto es la mejor formación de Doom Metal de nuestro país vecino (y de las mejores del mundo entero también), cosa que no es insignificante precisamente si recordamos esos grupazos portugueses como Before The Rain y Process Of Guilt.
No siguen las directrices del clásico Doom-Death al uso a lo My Dying Bride, lo suyo es un Doom especialmente atmosférico y casi poético con teclados muy presentes y juegos vocales, pero eso no los convierte en Gothic-Doom, ojo.
Este disco, como la gran mayoría de los debuts, nos muestra la faceta más dura y sobria de una banda en sus inicios; de todas formas es un trabajo muy atmosférico para ser un debut, pero desde luego no es tan sofisticado como su sucesor “Locus Horrendus”. Los discos de esta banda se caracterizan por plasmar musicalmente a la perfección el concepto de las letras, y así vemos que, mientras su segundo disco es muy trágico y elegante, este “Infinity... A timeless journey through an emotional dream” desprende desde el principio una intensa aura de ensoñación equiparable a contemplar la infinidad del horizonte del mar desde unos acantilados bañados por la escasa luz rojiza arrojada por el ocaso (la portada no podía ser más fiel).
Unas guitarras llenas de buenas melodías se acoplan con acierto a otras genuinamente doomsters, envueltas por etéreos teclados que conceden un ambiente sumamente onírico y ese estilo vocal tan reconocible en Desire.
Las voces merecen un tratamiento aparte, porque son variadas y resulta que todas son de primera. La principal es la casi inevitable gutural, bien bruta y oscura, realzada en ocasiones por unas voces rasgadas a lo Black Metal que ya quisieran muchos vocalistas de ese estilo (en “Locus Horrendus” son más abundantes) y unas pocas voces susurradas y femeninas líricas que aportan un toque extra de ambiente.
En principio parece más corto que el segundo disco al ver el número de canciones, pero éstas superan los diez minutos de duración y la más larga llega a los dieciséis, siendo la excepción “Forever dreaming” con sus seis minutos.
No lo dudes si el Doom Metal es tu estilo favorito, incluso si no es así y te gusta un poco de todo, porque merece muchísimo la pena dedicar un poco de tu tiempo a conocer esta banda.
Pass: unclemeat
1 comentario:
Hey qué bien que pongan este disco. Definitivamente uno de mis favoritos. Esta banda es magnífica. Si alguien no los conoce, tiene que escucharlos, no se arrepentirá. Muy bien por el blog. Os felicito.
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