Desde Israel recibimos en el 2007 uno de los mejores debuts doomsters del año, aunque por proceder de esos lares no se trata de un grupo con sonoridades orientales como sucede con Orphaned Land, lo que aquí degustamos es un genuino Doom-Death en toda regla.
Nos remiten a los primeros grupos en el estilo, con su Doom-Death pesado, lento, oscuro y sucio, trayendo instantaneamente a la mente discos como "As the flower withers" de My Dying Bride (si pasamos por alto el violín, claro) "Serenades" de Anathema o "Among majestic ruin" de Morgion, siendo estos dos últimos discos unos buenos referentes en cuanto al ocasional uso de teclados presente en este álbum.
También se asemejan opresivamente a ese tipo de bandas de Doom-Death que se aproximan al territorio del Funeral Doom como sucede con Ataraxie y Evoken; precisamente Evoken es una excelente referencia para imaginar el sonido de The Knell, con sus pesados ritmos con brutales guturales al frente, riffs como columnas de piedra desplomándose y sutiles teclados en ocasiones puntuales.
Este aura de oscuridad y pesadez se presenta con una producción algo mala y sucia, lo que puede ser un inconveniente para algunos, pero a mí desde luego no me importa.
Y mucho ojo si no llevas bien escuchar largos discos de este estilo, porque aquí hay 51 minutos de Doom-Death con canciones de unos 7-8 minutos, pero le agradará con seguridad a doomsters seguidores de los sonidos más crudos.
1 comentario:
AYER LO COMPRE EN CD Y LA VERDAD ESTA BUENISIMO SUENA MACABRO POTENTE Y TRISTE A LA VEZ MUY BUEN APORTE!!!
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