Retomando la buena costumbre de hablar de novedades interesantes, aquí me he encontrado con uno de los mejores discos de Doom Metal de este 2011 que aún tiene que mostrarnos otras deseadas novedades del estilo (Inborn Suffering y Evadne). Me ha sorprendido, no sólo por lo bueno, que lo es, también por ser un disco de Jordania (de estilo doomster no conozco nada de países orientales, salvo Dimness Through Infinity y Catafalque de Turquía).
Me llegó recomendado con el comentario de contener un cover de un tema de Saturnus (“I long” de su último disco del 2006), y la verdad es que se nota la admiración que profesan por los daneses.
Para ser un disco autoproducido, el resultado ha sido más que decente, y menos mal porque hay mucho buen hacer tras este álbum que incluye todos los elementos que amamos del Doom Metal y enlaza con maestría dureza y amargor con toques más suaves e incluso cálidos, curioso contraste tal como si el tibio sol de la mañana calentara las losas de un cementerio devorado por la hiedra y las malas hierbas.
A los guitarrazos sólidos con el sello del Doom-Death genuino suman gimientes melodías que, una vez más, hacen pensar en más de un grupo europeo, aparte de la lánguida cobertura de teclados, órganos, acústicas y unos estupendos y calmados pianos con toda la fragancia inconfundible de Saturnus o los italianos Serenades.
La calma de las canciones, que casi son relajantes en ciertos momentos, es rota por el poder gutural de su vocalista, que escoge un tono muy crudo y oscuro, en contraposición a los momentos de voz limpia que, por cierto, agrega un músico que resulta ser el mismo que anda tras Al-Lat, banda de Black Metal con melodías orientales que reseñé en marzo.
Es digno de tener en cuenta un disco de tan bella factura, y más con el mérito de haberlo producido ellos mismos en un país con tan poca escena; descorcha una botella de vino y sé uno con la noche junto a este disco con evocaciones de Saturnus, Serenades, Swallow the Sun y demás moradores de esa oscuridad que a veces consigue vencernos.
Me llegó recomendado con el comentario de contener un cover de un tema de Saturnus (“I long” de su último disco del 2006), y la verdad es que se nota la admiración que profesan por los daneses.
Para ser un disco autoproducido, el resultado ha sido más que decente, y menos mal porque hay mucho buen hacer tras este álbum que incluye todos los elementos que amamos del Doom Metal y enlaza con maestría dureza y amargor con toques más suaves e incluso cálidos, curioso contraste tal como si el tibio sol de la mañana calentara las losas de un cementerio devorado por la hiedra y las malas hierbas.
A los guitarrazos sólidos con el sello del Doom-Death genuino suman gimientes melodías que, una vez más, hacen pensar en más de un grupo europeo, aparte de la lánguida cobertura de teclados, órganos, acústicas y unos estupendos y calmados pianos con toda la fragancia inconfundible de Saturnus o los italianos Serenades.
La calma de las canciones, que casi son relajantes en ciertos momentos, es rota por el poder gutural de su vocalista, que escoge un tono muy crudo y oscuro, en contraposición a los momentos de voz limpia que, por cierto, agrega un músico que resulta ser el mismo que anda tras Al-Lat, banda de Black Metal con melodías orientales que reseñé en marzo.
Es digno de tener en cuenta un disco de tan bella factura, y más con el mérito de haberlo producido ellos mismos en un país con tan poca escena; descorcha una botella de vino y sé uno con la noche junto a este disco con evocaciones de Saturnus, Serenades, Swallow the Sun y demás moradores de esa oscuridad que a veces consigue vencernos.
1 comentario:
Hola
Mi nombre es Kari y soy administradora de un directorio web/blog, vi tu blog me gustaría agregarlo a mi directorio, así lograr que mis visitas conozcan tu blog, espero tu respuesta.
Te dejo mi email para que me escribas
karivelezs@gmail.com
Éxitos y un beso, Kari Velez
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