Esta banda italiana era una de mis grandes favoritas en mis inicios, y aún me deja una huella imborrable, así que me permito hablar de su tercer disco de 2001 después de haber hecho lo propio con su anterior disco hace tres años.
Muchos grupos se hacen más suaves conforme van editando nuevos álbumes, cosa que se da al contrario con Graveworm, quienes disco tras disco maduran un sonido más contundente y pesado. Curiosamente es algo que no me gusta mucho, porque con ello pierden su atmósfera original, y en este “Scourge of malice” es donde encuentro el punto intermedio óptimo para mi gusto (y que conste que el posterior disco también me gusta).
Siguieron usando un dibujo de nuestro Luis Royo para la portada, mostrando estéticamente la evolución musical de un disco a otro perfectamente, si la del anterior “As the angels reach the beauty” de 1999 estaba en sintonía con sus canciones de corte místico y casi celestial, ésta nos presenta una propuesta con la agresividad y oscuridad de una venganza divina.
Aunque sea más agresivo y rápido que el material anterior, por lo demás siguen las mismas pautas que definieron el sonido de Graveworm, algo con mucha influencia del Black Sinfónico y el Gothic de regusto blacker. Tenemos de nuevo las guitarras con recuerdos heavies, la batería versátil que en este disco reparte más ritmos salvajes que en discos anteriores, y esos teclados marca de la casa que bien merecen ser resaltados aparte. Su teclista Sabine por entonces aportaba gran parte del encanto de la banda con sus atmósferas de relatos de pugnas familiares que terminan con aceros ensangrentados, rematado todo con la muy ocasional intervención de violín, viola y violonchelo, y la colaboración de un coro gregoriano en un tema dedicado especialmente a ello.
Muchos grupos se hacen más suaves conforme van editando nuevos álbumes, cosa que se da al contrario con Graveworm, quienes disco tras disco maduran un sonido más contundente y pesado. Curiosamente es algo que no me gusta mucho, porque con ello pierden su atmósfera original, y en este “Scourge of malice” es donde encuentro el punto intermedio óptimo para mi gusto (y que conste que el posterior disco también me gusta).
Siguieron usando un dibujo de nuestro Luis Royo para la portada, mostrando estéticamente la evolución musical de un disco a otro perfectamente, si la del anterior “As the angels reach the beauty” de 1999 estaba en sintonía con sus canciones de corte místico y casi celestial, ésta nos presenta una propuesta con la agresividad y oscuridad de una venganza divina.
Aunque sea más agresivo y rápido que el material anterior, por lo demás siguen las mismas pautas que definieron el sonido de Graveworm, algo con mucha influencia del Black Sinfónico y el Gothic de regusto blacker. Tenemos de nuevo las guitarras con recuerdos heavies, la batería versátil que en este disco reparte más ritmos salvajes que en discos anteriores, y esos teclados marca de la casa que bien merecen ser resaltados aparte. Su teclista Sabine por entonces aportaba gran parte del encanto de la banda con sus atmósferas de relatos de pugnas familiares que terminan con aceros ensangrentados, rematado todo con la muy ocasional intervención de violín, viola y violonchelo, y la colaboración de un coro gregoriano en un tema dedicado especialmente a ello.
Su vocalista es el otro punto favorable del grupo en mi opinión, sus gritos desgarrados no llegan a la estridencia de otros vocalistas y además agrega guturales con mucha frecuencia, una bienvenida variedad.
Antes de acabar, sí, es en este disco donde sale la versión de “Fear of the dark” de Iron Maiden, ésa que muchos aún creen que pertenece a Cradle of Filth. Dale una escucha si te gustan Agathodaimon, Vampiria, Illnath, Stormlord y cosas así.
2 comentarios:
excelente....y te recomiendo una bandita llamada thy serpent sobretodo su 1er album llamado Forests of Witchery....saludos
Conozco ese CD, pero tal vez es momento de volver a escucharlo ;)
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