Este proyecto individual italiano ya fue comentado por mí hace tiempo con su tercer trabajo “Ancient Symbolism”, pero el año pasado descubrí (un poco tarde, la verdad) su magnífico debut autoproducido de 2005 y he de hacerle justicia publicando una segunda entrada para Fear Of Eternity.
Básicamente su propuesta es la misma que en sus otros tres álbumes, un Black muy atmosférico que se deja llevar por los místicos y arcanos teclados mientras las guitarras meramente acompañan y las baterías llevan ritmos más o menos lentos. Pero, tal vez por ser el primer trabajo, aquí se deja notar más la descarnada influencia de Burzum, por tener unas guitarras mucho más rudas y notorias que en los otros discos, donde apenas resaltaban.
Esto lo convierte en su álbum más áspero y crudo con ese continuo zumbido de lacerantes riffs, pero teniendo los abundantes teclados característicos de todos sus discos. Aquí se revela la posible influencia de bandas como Summoning, bandas de temas dominados por los teclados sinfónicos y sin ninguna necesidad de velocidad, haciendo que recuerde también un poco a la fórmula del primer disco de Bishop of Hexen (cosa que comenté en la otra reseña de la banda).
El otro grupo al que se parecen (o más bien al revés) es Lord Agheros, con el que comparten el tener un oxidado chirrido como voz, pareciéndose a la de otros vocalistas bajo la influencia del controvertido Maniac, como por ejemplo las voces de Sabrax o los citados Bishop of Hexen.
En un disco así, el encanto particular viene de mano de los teclados, que en este caso concreto tienen un sonido reconocible y bastante personal sin tener que recurrir a artificios de rebuscada originalidad. Brindan una atmósfera muy tenebrosa y propia de ignominiosos secretos en los mefíticos calabozos de algún castillo. Esto incluye esos sintetizadores tan conocidos por los fans de la banda, como los sonidos similares a campanas o los tristísimos pianos, que hacen que la experiencia sea similar a contemplar un solitario paraje desde un campanario medio derruido.
Resumiendo, es un debut como los posteriores discos en cuanto a teclados pero con una distorsión guitarrera más densa, lo que lo convierte en un excelente acompañamiento para esas bandas que parten del sonido de Burzum pero con mejores voces y muchos más sintetizadores, como tal es el caso de la banda mexicana From The Sunset, Forest And Grief.
Básicamente su propuesta es la misma que en sus otros tres álbumes, un Black muy atmosférico que se deja llevar por los místicos y arcanos teclados mientras las guitarras meramente acompañan y las baterías llevan ritmos más o menos lentos. Pero, tal vez por ser el primer trabajo, aquí se deja notar más la descarnada influencia de Burzum, por tener unas guitarras mucho más rudas y notorias que en los otros discos, donde apenas resaltaban.
Esto lo convierte en su álbum más áspero y crudo con ese continuo zumbido de lacerantes riffs, pero teniendo los abundantes teclados característicos de todos sus discos. Aquí se revela la posible influencia de bandas como Summoning, bandas de temas dominados por los teclados sinfónicos y sin ninguna necesidad de velocidad, haciendo que recuerde también un poco a la fórmula del primer disco de Bishop of Hexen (cosa que comenté en la otra reseña de la banda).
El otro grupo al que se parecen (o más bien al revés) es Lord Agheros, con el que comparten el tener un oxidado chirrido como voz, pareciéndose a la de otros vocalistas bajo la influencia del controvertido Maniac, como por ejemplo las voces de Sabrax o los citados Bishop of Hexen.
En un disco así, el encanto particular viene de mano de los teclados, que en este caso concreto tienen un sonido reconocible y bastante personal sin tener que recurrir a artificios de rebuscada originalidad. Brindan una atmósfera muy tenebrosa y propia de ignominiosos secretos en los mefíticos calabozos de algún castillo. Esto incluye esos sintetizadores tan conocidos por los fans de la banda, como los sonidos similares a campanas o los tristísimos pianos, que hacen que la experiencia sea similar a contemplar un solitario paraje desde un campanario medio derruido.
Resumiendo, es un debut como los posteriores discos en cuanto a teclados pero con una distorsión guitarrera más densa, lo que lo convierte en un excelente acompañamiento para esas bandas que parten del sonido de Burzum pero con mejores voces y muchos más sintetizadores, como tal es el caso de la banda mexicana From The Sunset, Forest And Grief.
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