A lo largo de estos meses he ido reseñando discos de los que considero los grupos punteros del Doom Metal australiano, tales como Virgin Black, Stone Wings, Avrigus o Paramaecium, y le toca el turno al disco australiano que más me gusta junto con el “Requiem – Fortissimo” de Virgin Black. De hecho, esos álbumes no sólo me parecen pata negra de la excelente cantera australiana (poco que envidiar a Inglaterra), también son de lo mejorcito a nivel mundial a la altura de las grandes bandas europeas del estilo.
Es inevitable recordar el tema de las bandas clon, porque Cryptal Darkness cogieron para este su segundo álbum como modelo a los My Dying Bride del “The angel and the dark river” y “Like gods of the sun”, con muy poco espacio para la originalidad y el toque personal.
Al nombrar esos dos discos de los británicos me refiero muy concretamente a ese Doom en el que abandonaran (por el momento) las voces guturales y enfatizaron más que nunca los violines con memorables resultados, regalándonos con los que fueron sus discos más trágicos, románticos y poéticos.
Esto es lo que encontramos a grandes rasgos en este álbum en que del Doom-Death de su debut “Endless Tears” sólo quedan ecos en las guitarras que alternan con riffs más melódicos. Pero pasemos mejor a las pequeñas diferencias con respecto a My Dying Bride, empezando por el uso más abundante de los teclados junto a los también generosos violines (cosa que no coincide en ningún disco de My Dying Bride), siendo ambos compuestos e interpretados por Martin Powell. La voz es el otro aspecto especial, porque Mark Kelson tiene una quejumbrosa voz bastante personal que va algo más allá de emular a Aaron Stainthorpe y suena de manera más apagada y oscura, como un moribundo acabando de aguantar sus últimos momentos de insoportable carga. Muy acorde con sus letras llenas de miseria y agonía.
En resumen, un disco muy elegante y fragante con profusión de etéreos teclados y violines, con voces lamentosas (sin guturales, por si no quedaba claro) y mucha melodía contrastada por pequeñas reminiscencias de su pasado Doom-Death y breves momentos más rápidos (en un par de temas). Da igual que sean unos imitadores, porque lo hacen realmente bien y tienen su toque especial, es ideal para los doomsters más románticos.
4 comentarios:
Muy buen grupo como siempre, me voy a quedar sin espacio en el ordenador XD.
Me lo bajo y comento, que pinta bien.
Saludos.
Aristodrigo.
Pillar el disco por 9 euros no tiene precio (L)
Mil gracias, bajando, espero que sea de esos discos para escuchar en las madrugadas... Yea¡¡¡
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