Evolución… algo que siempre que traigo a colación es desde un punto de vista negativo, porque la gran mayoría de evoluciones de las bandas que me gustan definitivamente me producen rechazo, pierden el toque especial que hacía que me encantaran sus discos y se echa a perder todo para mi gusto. Especialmente cuando se cambia drásticamente de un disco a otro, por sorpresa y con alevosía, pero hay casos en que el la progresión se produce paso a paso en cada álbum, de manera que podemos intuir con poco margen de error qué será lo próximo.
Pues bien, esta banda de Finlandia es uno de esos casos, con una evolución predecible y natural a lo largo de sus cuatro discos, y curiosamente es su último álbum el que ha cosechado mayor reconocimiento, pero yo personalmente me quedo con este su segundo trabajo.
En su debut “Pakkasherra” hacían Black Metal con melodía a lo finlandés y en su último “Quicksilver Clouds” nos encontramos con lo que se llama Dark Metal, es decir, un Gothic Metal con voces masculinas y retazos de Black Metal (normalmente se llama Dark Metal a mezclas entre Gothic o Doom con Black Metal, sin que se pueda encuadrar claramente la banda en uno de esos estilos). Pero antes de llegar a ese Gothic a lo Tiamat con voces limpias masculinas y extremas con ecos de su pasado blacker, pasaron por dos discos de transición, siendo este que os presento un paso muy similar al que dieron Siebenbürgen con “Plagued be thy angel”, con un sonido muy Heavy en las guitarras y manteniendo el toque Black en las voces.
Esa comparación es la idónea para imaginar el sonido de este álbum, Heavy en guitarreo pero no en voces y ambientes. Aún se respira la atmósfera de Black Melódico a la manera finesa, no a lo Catamenia ni a lo Alghazanth, más bien a lo And Oceans del debut, con teclados que no remiten a oscuros grupos de Black Sinfónico pero sí a bandas de Finlandia, incluso hay cierto regusto Folk por momentos.
Añaden alguna voz limpia en pocas ocasiones, pero la rasgada es la protagonista indiscutible a diferencia de sus últimos trabajos, y también hay alguna que otra acústica para acabar de rematar el buen gusto que tienen por las melodías.
Lo de la portada es muy curioso, no acabaron bien con el chico al que se la encargaron en principio, por lo que la hicieron ellos mismos y no les quedó mal para nada.
Luego sacaron “Binding of the spirit” que es aún menos blacker y más profuso en teclados, y el “Quicksilver Clouds” ya lo he comentado, siendo este segundo álbum el más interesante para mi gusto personal, pero que conste que el “Quicksilver Clouds” es también muy bueno. Tú decides.
Pues bien, esta banda de Finlandia es uno de esos casos, con una evolución predecible y natural a lo largo de sus cuatro discos, y curiosamente es su último álbum el que ha cosechado mayor reconocimiento, pero yo personalmente me quedo con este su segundo trabajo.
En su debut “Pakkasherra” hacían Black Metal con melodía a lo finlandés y en su último “Quicksilver Clouds” nos encontramos con lo que se llama Dark Metal, es decir, un Gothic Metal con voces masculinas y retazos de Black Metal (normalmente se llama Dark Metal a mezclas entre Gothic o Doom con Black Metal, sin que se pueda encuadrar claramente la banda en uno de esos estilos). Pero antes de llegar a ese Gothic a lo Tiamat con voces limpias masculinas y extremas con ecos de su pasado blacker, pasaron por dos discos de transición, siendo este que os presento un paso muy similar al que dieron Siebenbürgen con “Plagued be thy angel”, con un sonido muy Heavy en las guitarras y manteniendo el toque Black en las voces.
Esa comparación es la idónea para imaginar el sonido de este álbum, Heavy en guitarreo pero no en voces y ambientes. Aún se respira la atmósfera de Black Melódico a la manera finesa, no a lo Catamenia ni a lo Alghazanth, más bien a lo And Oceans del debut, con teclados que no remiten a oscuros grupos de Black Sinfónico pero sí a bandas de Finlandia, incluso hay cierto regusto Folk por momentos.
Añaden alguna voz limpia en pocas ocasiones, pero la rasgada es la protagonista indiscutible a diferencia de sus últimos trabajos, y también hay alguna que otra acústica para acabar de rematar el buen gusto que tienen por las melodías.
Lo de la portada es muy curioso, no acabaron bien con el chico al que se la encargaron en principio, por lo que la hicieron ellos mismos y no les quedó mal para nada.
Luego sacaron “Binding of the spirit” que es aún menos blacker y más profuso en teclados, y el “Quicksilver Clouds” ya lo he comentado, siendo este segundo álbum el más interesante para mi gusto personal, pero que conste que el “Quicksilver Clouds” es también muy bueno. Tú decides.
1 comentario:
Creo que sacaron disco este año, "The Great Fleet of Echoes". Quicksilver clouds era muy bueno, pero éste nuevo... miedo me da. Si han continuado todavía más con su "evolución", a saber con qué nos van a sorprender ahora...
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