Este fin de semana, tras escuchar el “With wilest of worms to dwell” de Hollenthon y el disco de Virgin Black de la anterior entrada, no me pude resistir a ponerme este excelente álbum que también destaca por incluir dosis de sinfonismo con muy buen gusto.
Estos griegos tienen una dilatada discografía y son todo un icono de la escena de su país, pero a pesar de su veteranía yo me quedo con este disco reciente que considero personalmente su mejor obra.
Tuvieron unos comienzos muy blackers que acabaron diendo paso a una etapa gótica de la que destaco “A dead poem”, pero con “Khronos” retomaron sus raíces blackers que en este disco combinan con el Gothic Metal con muy buen ojo y sin ser nada edulcorado, incluso vuelven a tener su antiguo logotipo como ya hicieron en su día My Dying Bride.
Destaca el sonido de las guitarras de la escuela griega, porque esta gente sabe crear melodías como nadie y cualquiera que los escuche reconocerá un estilo personal, en armonía con los puntuales teclados que realzan la atmósfera de ocultismo y bizarros cultos que desprende el disco.
Para esto último cuentan además con unos grandiosos coros masculinos (sobre todo) y femeninos que se mueven entre ambientes misteriosos y apocalípticos, pero siempre de manera ciertamente cinematográfica. En el libreto (magnífico artwork, por cierto) mencionan a Chris Antoniou como compositor de estos coros, y supongo que debe ser el músico de Septic Flesh de ese mismo nombre que se encarga de esos aspectos en la otra banda griega.
Y no nos olvidemos por ello de la personal voz rasgada de Sakis, que es lo bastante inteligible sin dejar de ser una buena voz extrema.
No me puedo resistir a citar “Athanati este” y “Tyrannical” como favoritas personales, pero todos los temas son buenos en este disco que es sobradamente variado.
Más que recomendado.
Estos griegos tienen una dilatada discografía y son todo un icono de la escena de su país, pero a pesar de su veteranía yo me quedo con este disco reciente que considero personalmente su mejor obra.
Tuvieron unos comienzos muy blackers que acabaron diendo paso a una etapa gótica de la que destaco “A dead poem”, pero con “Khronos” retomaron sus raíces blackers que en este disco combinan con el Gothic Metal con muy buen ojo y sin ser nada edulcorado, incluso vuelven a tener su antiguo logotipo como ya hicieron en su día My Dying Bride.
Destaca el sonido de las guitarras de la escuela griega, porque esta gente sabe crear melodías como nadie y cualquiera que los escuche reconocerá un estilo personal, en armonía con los puntuales teclados que realzan la atmósfera de ocultismo y bizarros cultos que desprende el disco.
Para esto último cuentan además con unos grandiosos coros masculinos (sobre todo) y femeninos que se mueven entre ambientes misteriosos y apocalípticos, pero siempre de manera ciertamente cinematográfica. En el libreto (magnífico artwork, por cierto) mencionan a Chris Antoniou como compositor de estos coros, y supongo que debe ser el músico de Septic Flesh de ese mismo nombre que se encarga de esos aspectos en la otra banda griega.
Y no nos olvidemos por ello de la personal voz rasgada de Sakis, que es lo bastante inteligible sin dejar de ser una buena voz extrema.
No me puedo resistir a citar “Athanati este” y “Tyrannical” como favoritas personales, pero todos los temas son buenos en este disco que es sobradamente variado.
Más que recomendado.
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