He aquí nuevamente una de esas segundas oportunidades que resultan de lo más provechoso. Segunda oportunidad en tanto que también es el segundo disco de esta banda francesa, tras su debut "A passage to the towers" que me dejó un regusto a indiferencia.
Como acabo de decir, ese primer contacto mío con el disco debut no me granjeó estima hacia el grupo, pero concedí una nueva oportunidad con este segundo álbum de 2012 y la cosa ha cambiado notablemente.
En primer lugar, da gusto encontrar en años recientes bandas con este gusto por lo medieval y usando pinturas para la portada y artwork, en medio de la tendencia actual a las modernuras y el photoshop; en efecto se inspiran claramente en la Edad Media y sus imponentes castillos como siempre han dejado inferir, de modo que la música es un Black Metal alejado de las modas de hoy día, al mismo tiempo que no se estancan y no temen imbuir su estilo blacker de toques de Metal más clásico.
Si habéis leído algo anteriormente, habréis visto decir que tienen un uso muy prominente de los teclados... yo estoy en desacuerdo y lo matizo. Si bien es cierto que echan mano de exhalaciones sinfónicas muy a tono con su temática de viejas piedras y fortificaciones recias, no aparecen en todo momento y son las guitarras quienes llevan el peso de las composiciones, quedando los sintetizadores en un papel similar al de los húngaros Sear Bliss. Cuando éstos hacen acto de presencia se agradece mucho, porque su neblinosa consistencia profundiza más en el concepto medieval, y además cuenta con unas pocas guitarras acústicas para dar otra pincelada de antiguos días de reinos ganados con sangre y acero.
Los viejos discos de Abigor, Satyricon y Emperor serían otros buenos ejemplos a los que recurrir, pero teniendo en cuenta que Darkenhöld no están tan confinados en ese Black Metal nórdico de los 90 y rodean con una producción razonablemente decente su repertorio de riffs no exentos de melodías y ritmos armoniosos junto al deseable caos de blastbeats y trémolos. Tal vez es la voz el elemento más blacker, con el tono muy rasposo que le da su vocalista Cervantes, quien por cierto tiene un seudónimo muy atractivo para un español como yo.
Además del enlace y de un vídeo con el disco completo, os adelanto que dentro de un mes tendrán un tercer CD con el título "Castellum", habrá que estar atentos...
1 comentario:
bello disco... todavia te pido para el próximo disco que revisar es la "mors janua vitae" del "summum bonum" para que el espíritu descanse en paz.
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