Coincidencias. En 2012 tuve a Al-Namrood como autores del primer disco nuevo que oí de ese año, y resulta que para 2014 se ha repetido la tesitura con este nuevo lanzamiento que sale a la luz por fin tras un EP que supuso un parco aperitivo.
Me está pareciendo un muy buen continuador de la senda del anterior álbum, aunque en mi opinión no lo iguala.
Pero antes de establecer comparaciones, para aquel que nunca los haya escuchado sería justo empezar por decir que esta banda de Arabia Saudí hace un Black Metal que por fin tiene todo el esplendor oriental que muchos echábamos en falta en los tiempos en los que lo más al estilo era Melechesh y nos sabía a poco (necesito explicar que me gustaban, pero yo me quedaba con ganas de más ambientación oriental).
La verdad es que en estos años han ido surgiendo varios grupos recogiendo su legado tradicional para adornar exóticamente (a nuestros oídos occidentales, claro está) algo tan europeo como el Black Metal, incluso también en el Death Metal, y de entre ellos me quedé con Al-Namrood como claros favoritos por la manera tan redonda de confeccionar esos coloridos telares sobre la aridez blacker de uadis pedregosos y resecos.
La base blacker está bien cimentada, y no sólo eso, por sí misma ya tiene el suficiente empuje, pero además la engalanan con el abigarrado colorido oriental de los bazares repletos de aromas y sonidos tintineantes, gracias a esos teclados que toman el aspecto árabe folclórico del mismo modo que los grupos europeos cuando hacen lo propio con el Folk de su tierra (ya sea céltico, eslavo, nórdico, etcétera), con especial mención en este CD en los ritmos, que tienen mucha más vida que nunca al sonar tan animados y casi frenéticos a veces como en una concurrida celebración llena de vistosas danzarinas.
El punto negativo se lo llevará esta vez el apartado vocal. Siempre han recurrido a distintos vocalistas en sus distintos discos y, si bien acertaron de lleno en el disco de 2012, ahora no me ha convencido tanto el nuevo fichaje. Habrá quien incluso lo prefiera, porque sobre las pocas voces puramente rasgadas del Black Metal domina una voz más tosca que se me antoja con carácter folclórico oriental (no puedo estar seguro sin conocer bien ese mundo), pero que para mi gusto no me gusta tanto como una buena voz raspada como arbustos espinosos del desierto en su garganta.
En total me ha parecido buen disco y tiene bastantes escuchas para disfrutarlo, como tú mismo comprobarás en el enlace que dejo para oírlo completo, además de la descarga.
2 comentarios:
cierto, preferia al anterior vocal, igual este disco esta bueno aunque suena muy bailable xD
Exacto, la verdad es que casi se sienten ganas de hacer la danza del vientre, jajaja. Es muy bueno, ¡pero el anterior era una joya!
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