jueves, 21 de julio de 2011
HELVETE - Lords Of Victory
Sigamos con otra novedad de este 2011. Tras el casi fiasco que supusieron Syn Ze Sase Tri con su bajísima producción, recibí muy bien el élfico disco de Shambless para revivir un poco la gloria de los ausentes Summoning, y ahora al fin tengo en mis manos uno de esos discos que pocas veces se ven en estos tiempos, una muestra atemporal de Black Metal con sinfonismo de los 90.
Presentado bajo una portada de Igor Mugerza, el mismo artista que ha trabajado para bandas como Elffor o Xerión, tenemos uno de estos productos que abogan por dibujos frente a portadas de photoshop, fotografías enmarcadas de músicos con corpsepaint y estética en blanco y negro, en rigurosa comunión con el sonido de sus diez canciones.
El teclista y compositor de esta banda mexicana es un empedernido amante del Black Sinfónico de los 90, de los viejos y mágicos tiempos de grupos como Troll, Covenant, los japoneses Tyrant, Necromicon, Forsth, los franceses Lord y demás, cosa que se nota en este su segundo álbum, que podría hacerse pasar por uno de esos años.
Lo envuelve una de esas producciones de mortaja nocturna, con la suciedad rasposa que no resta potencia al sonido, ideal para guerreros lobunos que salen a por su inevitable ración de sangre y volutas de espanto, más o menos como pasaba con los antiguos Satyricon, Abigor o Behemoth en su “Grom”.
Es así como presenta unas guitarras con un sonido de áspera rudeza compacta que he notado muy a lo ucraniano, recordándome al “Goat Horns” de Nokturnal Mortum, y al “Seraphim’s Lair” de Capitollium como disco bajo su influencia que es. Quien espere baterías atronadoras está en lo cierto, así como marchas batalladoras y ritmos que abrazan las atmósferas brumosas. Hablando de atmósfera, es uno de estos discos que apuestan por teclados como una neblina de densa negrura en vez de sonidos bombásticos o simulaciones orquestales, con un sonido bastante uniforme a lo largo del disco como pasaba con Emperor en su debut o los belgas Avatar.
Si en su debut “Warmasters” me acordaba de Forsth por la voz rasgada y grave de enorme bestia escamosa, ahora el tono más raspado me recuerda un poco a Enslaved, y es de agradecer que las voces en ambos discos hayan estado naturales y poderosas, con su punto costroso adecuado, junto a unas pocas voces narradas de guerrero declamando.
Y con esto, un nostálgico de lo noventero acaba dibujando una sonrisa al comprobar que aún en tiempos recientes pueden germinar discos así.
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5 comentarios:
Nunca habria sospechado de algo de ese pais che; tan bueno, muy buena reseña, hails desde argentina
¡Gracias!
Aunque en México hay más cosas buenas por ahí ;)
en serio che ??? no creo, no se , a ver dime algunas amigo ?
Mmmm, por ejemplo así más o menos de este estilo tienes a Magan o el disco del año pasado de Avzhia.
ETAL EXTREMO
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