Ya había reseñado mis grupos polacos de Black Sinfónico y sólo me quedaba este CD de 2004 de Thy Hastur, que no podía dejar de incluir en mi blog tras haber subido a Profanum, Lux Occulta, Eblis, Darzamat, Daemonicium, Themgoroth y Mastiphal. Todos estos grupos tienen una forma especial de tratar las atmósferas que resulta muy reconocible a pesar de no parecerse entre ellos, y Thy Hastur no son la excepción como veremos.
Este su primer trabajo padece de los efectos de una producción resultante en unas guitarras algo bajas mientras que las voces y teclados sí que destacan bastante por encima, algo que no es la primera vez que sucede en un disco reseñado por mí.
Tienen un mínimo de rabia y agresividad pese a su modesta producción y abundantes teclados, aspecto que se refleja también en las letras que tocan los típicos temas diabólicos aparte de otros más ocultistas e incluso épicos. Así pues cuentan con unas guitarras que llegan a sonar blackers aunque estén por debajo de las labores vocales y de los sintetizadores.
La feísima portada no es digna de su contenido musical, pero por suerte al escuchar el CD comprobamos que esa estética tan sosa no se corresponde con los teclados, que en la mayoría de los cortes del álbum suenan muy acordes con paisajes dominados por negras masas de coníferas que dejan entrever abruptos desfiladeros centroeuropeos. Podrían bien servir de banda sonora a una travesía en carruaje por esos hostiles parajes, aunque los temas "Ragnarok" y "Valhalla" tienen un tono más épico y vikingo como muy bien indican sus títulos, con unos sintetizadores que simulan sonidos de trompetas de batalla.
La voz es uno de los rasgos más feroces del disco, pues su vocalista alterna entre desgarradas voces blackers y otras más guturales y bestiales (aunque sin llegar a sonar como las guturales cavernosas del Death Metal). Sin duda aportan el toque más salvaje en contraste con la siniestrez de los teclados, y el efecto de eco es bien resultón.
Vemos que la duración del álbum apenas supera los treinta y tres minutos, pero por suerte sus siete temas son verdaderas canciones sin ningún tipo de relleno instrumental ni intros, por lo que no se hace tan corto como uno se imagina de primeras.
Lo veo bastante adecuado para seguidores de este tipo de grupos con los teclados al frente, ahí tienes un grupo atmosférico polaco más si te interesa incrementar tu repertorio.
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