Australia es un país con grandes bandas de Doom Metal, como por ejemplo Cryptal Darkness, Avrigus, Elegeion o Stone Wings, además de la peculiaridad de tener la banda doomie cristiana más popular. Sí, son cristianos, pero no por ello hacen un Doom de peor factura, porque la verdad es que lo hacen muy bien, dejaos de prejuicios absurdos de metaleros malvados.
Es su segundo disco, que nos enseña una vez más cómo una banda doomie suaviza su sonido tras su debut de duro y opresivo Doom-Death. Una comparación acertada sería la evolución de My Dying Bride cuando lanzó su célebre “Turn loose the swans”, además de que ciertamente ambas bandas se parecen musicalmente como ya estamos acostumbrados dada la poderosa influencia del grupo inglés sobre la escena Doom.
Aunque ya no suene tanto a Death doomie como el debut, en este disco el cambio no es tan radicalmente hacia algo más suave y accesible, puesto que sigue siendo Doom-Death sobrio y lentorro con voz gutural al frente.
La voz gutural tiene mucha presencia como he dicho, pero también hay voces limpias e incluso femeninas, siendo esto último un factor un poco diferenciador con respecto al resto de bandas parecidas a MDB.
Hay algunos elementos atmosféricos, como el violonchelo que aparece puntualmente en un par de canciones, la flauta del último tema y el clavicordio al principio de la canción “I am not alive”; y para mi gusto se podrían haber prodigado más en su uso porque dan un toque muy especial.
Las letras tratan sobre el contenido de un libro del líder de la banda, algo en lo que prefiero no profundizar conociendo sus creencias.
En fin, otro buen grupo de Doom Metal del país de los ornitorrincos y los koalas.
1 comentario:
¡¡¿¿¿¿¿¿Doom cristiano?????!!!!!
Publicar un comentario