lunes, 30 de septiembre de 2024

ENOCHIAN KEY - Where Gods Wonder, Where Ravens Fly

 



Ya que mencioné a esta desaparecida banda al hablar de grupos de Israel en la anterior reseña, no está de más concederle su propio espacio.
Es uno de esos curiosos casos de reseñas ausentes en el blog pese a conocer esta demo desde hace muchísimos años, cuando en su día leí una crítica en una revista y desde entonces nunca he visto más menciones de tan oscura banda que se desvaneció sin editar más material.

Quienes conozcan el debut de Bishop of Hexen tendrán una sólida idea del Black Sinfónico que estamos tratando aquí, así como el disco de los también israelíes Grimoire (con el que guardan relación como se verá más adelante). 
La base blacker es indudable, se invalida aquí aquello que suelen decir los puristas de que el estilo sinfónico "tapa" con los teclados las carencias con las guitarras, porque esta demo descarga unos riffs crudos y agresivos muy acordes con la alternancia de violencia y majestuosidad que caracterizan sus escasas canciones. Estas guitarras están cubiertas por una considerable capa de herrumbre debido a la turbia y sucia producción tan propia de una demo, que hace que las baterías, por otro lado, suenen distantes y bastante chatarreras.
En contraposición a la agresión de blast-beats de batería y riffs blackers está la notable carga atmosférica, pues estamos ante un magnífico trabajo de teclados con sonoridades místicas, épicas, melancólicas y más calificativos posibles. Quien anda detrás de ello es el mismo teclista de Grimoire, un músico que en mi opinión se lució confiriendo buenas ambientaciones en ambas bandas durante el mismo año de 1996.

La voz es algo curioso y peculiar para comentar bien aparte. En dos de las tres canciones (sin contar que la demo tiene también una intro y una outro instrumentales) suena chirriante como la de los primeros Bishop of Hexen o una exagerada versión del vocalista de los belgas Avatar, aunque también se agregan muchas narraciones y voces lamentosas de manera genuinamente noventera. 
Lo que no me acaba de gustar es el cambio en la otra canción restante, "By the Coldest Claws", que suena forzosa y no es realmente una rasgada blacker. Se ve que fue grabada con anterioridad al comprobar que aparece en un recopilatorio de 1995 y de ahí la diferencia con respecto a los otros dos temas, además de que el sonido general es también distinto con menos agresividad y mayores dosis melódicas.

Es una pena que el único material existente sea esta breve demo de 1996 con poco más de veinte minutos de duración, pero sin duda merece la pena para quienes amamos el Black Sinfónico más noventero y añejo.





sábado, 3 de agosto de 2024

AZAZEL - Ride Through The Horizon

 



Es una buena costumbre la de rebuscar en el cajón de los discos olvidados hace años, realmente muchos años en ocasiones como la de esta reseña. En una de estas sesiones de repaso topé con un disco del que no recordaba nada, ni siquiera al ver la portada, hasta que empecé a oírlo y resultó que me gusta más que en su día.

Esta banda de Israel me recuerda un poco a lo que por aquellos tiempos conocía de ese país: Grimoire, Bishop of Hexen y Enochian Key. Solamente tres bandas, pero con similitudes entre sí al tratarse de Black Melódico/Sinfónico con voces reptilescas.
Las dos últimas bandas son más sinfónicas y con estilo vocal más chirriante, pero Grimoire es mejor referente con un corte melódico más guitarrero y de medido uso de teclados.

No todo el mundo puede estar al tanto de los grupos mencionados, por lo que siempre es mejor proceder a desgranar el contenido más detenidamente. Esta ensoñadora portada de colores del ocaso presenta el debut del año 2000 de estos israelíes, que en principio es Black Melódico de noventero estilo, aunque poco a poco al oírlo comprobamos que esconde no pocos detalles.
Tras la intro de rigor comienzan las clásicas guitarras en trémolo blacker, aunque no exentas para nada de melodía, con una producción modesta en la que resuena con eco la pestilente y sucia voz rasgada a veces acompañada por otra más clara a modo coral. Los teclados aparecen de cuando en cuando, a veces como colchón atmosférico de fondo, en otras ocasiones brillando más con el uso de pianos y otras sonoridades como el clavicordio; incluso hay toques épicos, toques de sonidos ambientales y hasta Folk. 
El tono general no es muy agresivo, siendo pocos los momentos con rapidez de batería y cayendo más en medios tiempos y partes lentas, porque precisamente la variedad es una nota dominante en un disco que hasta roza el estilo progresivo, con muchos cambios dentro de una misma canción haciendo que la monotonía se disipe y disfrutemos de un disco lleno de detalles.

Los mencionados Grimoire y otras bandas como los turcos Infected constituyen el mismo material de disfrute de este álbum que quedó para el recuerdo y recién he rescatado.






domingo, 28 de julio de 2024

WRAITHFYRE - Of Fell Peaks and Haunted Chasms

 


Uno puede preguntarse si sería posible sonar noventero al mismo tiempo que indudablemente actual, cuestión que quedaría bien respondida con este álbum como ejemplo práctico.
El músico británico que anda tras el épico proyecto Dwarrowdelf se adentra en los terrenos tenuemente iluminados por la luna del Black Sinfónico, a mi entender con éxito porque este reciente debut me ha parecido sensacional.

El talentoso Tom O'Dell se aleja de Tolkien y las temáticas épicas para esta incursión en la oscura idiosincrasia del Black Sinfónico de la escuela noruega que, con escarcha y blasfemia, marcaron los legendarios Emperor. 
Otros tantos grupos de tiempos recientes como Vargrav se quedaron en ello tomando, ya de paso, el sinfonismo más opulento de Limbonic Art, pero no es el caso de Wraithfyre porque incorpora más elementos de manera sutil. Así es como a los filosos riffs del Black Metal se añaden con acierto toques de Death Metal a la manera de Sacramentum e incluso un poco de Doom Metal, haciendo que la comparación pase del modelo de Vargrav al que han seguido otros como Moonlight Sorcery o Stormkeep.

Hay una buena variedad tanto en ritmos como guitarras, teniendo estas últimas atino en sus melodías y cierto margen para el lucimiento. Todo esto no impide que suene principalmente a lo que es, a Black Sinfónico, con sus ingentes dosis de teclados de lúgubre corte que indudablemente recuerdan a la helada neblina de los grupos noventeros. Si Dwarrowdelf es una oda a la fantasía épica, podríamos decir que Wraithfyre lo es a la fantasía oscura.
No todo son siempre alabanzas cuando se reseña algo, puede haber algún detalle que no acabe de gustar y en mi caso es la voz. No me parece que este hombre sea competente con las voces blackers, algo que se le perdona en un proyecto épico, pero no en mi opinión cuando se trata de un Black Sinfónico que necesita una buena voz rasposa y reptiliana en lugar de la tosquedad que aquí presenta.

No solamente puede ser del gusto de quienes nos especializamos en el estilo sinfónico, las composiciones tan completas y bien ejecutadas dentro de una buena producción de este disco bien merecen la pena para más oyentes. 
Hay música de calidad bajo la noventera portada y el logo que gallardamente muestran castillos.






sábado, 27 de julio de 2024

EERIE ENTHRONEMENT - Veiled Sanguinity The Sealed Secrets

 


Últimamente estamos de enhorabuena los amantes del Black Sinfónico de la vieja escuela porque están saliendo discos que suenan como si hubieran sido creados y editados en los años 90.
Para empezar procederé a reseñar el álbum que me ha parecido más devorado por las ruinas del abandono.

Este proyecto francés debutó el año pasado sin que yo tuviera la menor noticia, pero con este segundo disco del presente 2024 me ha entrado por la puerta grande en el repertorio del Black Sinfónico de estilo noventero. 
Al igual que los italianos Aeternum Dominium, esto recuerda mucho a lo escuchado en grupos como AevLord o Midnight Betrothed al mismo tiempo que cosas creadas en los 90 como los polacos Eblis o los franceses Lord.

Para quien no esté familiarizado con las referencias dadas, este oscuro proyecto de un solo músico bebe con avidez de la copa del Black Sinfónico noventero y suena como si realmente el disco fuera de 1998. 
Bajo la sucia producción de polvorientos siglos de olvido resuenan las voces rasposas con un efecto de eco que contribuye a acrecentar la atmósfera de sanguinolentos deseos, una tétrica atmósfera exquisitamente recreada con los teclados que frecuentemente agasajan con pianos de marchito romanticismo y simulaciones de clavicordio.
Las guitarras sin el menor alarde de virtuosismo zumban insistentemente, pero con una mesura equiparable a la de las baterías que apenas suben la velocidad, permaneciendo las composiciones en la oscuridad insondable de la noche sin luna.
Este francés gusta mucho de los detalles nacidos del ocaso, aportando voces en off o efectos de sonido como la lluvia para que termine de sonar a aquellos discos de hace más de veinte años.

Piensa en cuando, al caer el crepúsculo, el sol se baña en su propia sangre. Así se podría describir el sonido de este álbum de añejas resonancias y nocturnas apetencias.





domingo, 30 de junio de 2024

ERZSÉBET - Six Hundred and Fifty

 



Hace poco me avisó un buen amigo del reciente lanzamiento de este álbum y, en vista de que su escucha me convenció, me animo a compartirlo en el blog.
Yo tenía constancia de la existencia de un EP editado años antes, en 2021, pero este nuevo disco supone el debut de la banda española Erzsébet, la enésima formación metalera que rinde homenaje a la sádica condesa húngara Bathory no sólo con el nombre de la banda, también el CD lleva deliberadamente como título la cantidad de víctimas de la sangrienta noble (650).

Realmente Erzsébet es también como se hace llamar la líder del grupo, una mujer de poderosa voz rasgada que crea todo un personaje para su proyecto de clara estética gótica y de horror.
Todo esto nos puede hacer pensar rápidamente en otros grupos con femenino liderazgo como Opera IX (en su primera etapa con la carismática Cadaveria) o Wykked Wytch, que incluso llegan a parecerse en lo musical.

El estilo del que se parte es el Black Sinfónico, aunque aclarando que no del todo Black como suele suceder en estos casos, más bien a la manera que ya conocemos de bandas como el extenso elenco de herederos de Cradle of Filth y otros como Graveworm, Ancient Ceremony o Mystic Circle.
Agresividad no falta desde luego, además de la fiera voz al estilo de Opera IX se desprenden guitarras y ritmos potentes, aunque siempre combinado con la lógica variedad en un disco que busca ser como una obra de siniestra teatralidad.
Hay que reconocerles la elaboración de los temas, que tienen cierta complejidad, así como las atmósferas llegan a tener muy buenos momentos con detalles de órganos, pianos o efectos de campanas además de las texturas sinfónicas, incluso contando con la colaboración vocal en el tema "Domina Vestra" de la actual vocalista/teclista de Cradle of Filth.

Me gusta más el repertorio mencionado, pero la verdad es que este disco no está nada mal y me parece un sólido debut recomendable para quienes gusten de todo lo referido y otras bandas como Retribution, Eternal Conspiracy o Fatal Portrait.






viernes, 31 de mayo de 2024

MAGISTER DIXIT - Andar And The Curse Of Azagath

 



Esta banda canadiense tiene un razonablemente extenso recorrido que no resulta de mi interés personal, para qué negarlo, aunque su debut del año 2000 siempre me pareció curioso y no está de más reseñarlo para darlo a conocer porque ciertamente hay calidad en ello.

Hablamos de un disco de Black Sinfónico que fue grabado a finales de los años 90, pero no suena exactamente del todo a lo producido en aquellos tiempos. Trasciende de las temáticas satánicas y oscuras para abarcar un espectro más amplio con notable espacio para la fantasía, y eso se nota también en el plano musical.

Las comparaciones clásicas con Dimmu Borgir del crítico poco avezado en el estilo sinfónico suelen ser poco acertadas, algo que en este caso sería aún más incierto, ya que hablamos de algo más del estilo de las bandas españolas Asgaroth y Nahemah.
Para quien no conociera las mencionadas referencias, se trata de algo con escaso porcentaje de Black Metal propiamente dicho y mucha melodía, los esquemas son muy elaborados teniendo cambios muy constantes de ritmos y guitarreos junto a una abundante presencia de teclados que se mueven entre lo atmosférico y lo épico. El nivel de agresión existe, aunque las guitarras sean mayormente melódicas y hasta se recurre a las acústicas, de manera que recuerda un poco a la escuela griega si le unimos que la tosquedad de la voz también es algo similar a aquello.
Este largo álbum de casi una hora de duración tiene mucha tendencia a que sea difícil retener las canciones, dada la gran cantidad de cambios y detalles en las mismas, por lo que hay que tomarlo con ganas.

Siendo un CD tan singular, también lo será la ristra de recomendaciones cercanas a tener en cuenta. Así, podemos citarlo para fans de Graveworm, Stormlord, Illnath o Bal-Sagoth aparte de los referidos Nahemah y Asgaroth.





jueves, 30 de mayo de 2024

PROFANE EXISTENCE - Scorn




Si en una reseña anterior comentaba (como tantas veces a menudo en el blog) el resurgir del Black Sinfónico de los 90 en tiempos recientes, aquí tenemos otra buena muestra. Aunque hay cosas importantes por matizar porque, pese a ser un disco con fecha de edición de 2024, fue grabado hace 20 años y hasta ahora no había visto la luz este material.

Es, por lo tanto, material genuino de aquellos tiempos en vista de cuando fue creado. Y es que esta banda alemana tuvo actividad al principio de la década del 2000 y está actualmente separada, por lo que he aquí que el sello discográfico que rescató este álbum ha hecho una más que curiosa contribución.

Su Black Sinfónico no es del tipo grandilocuente ni ampuloso, partiendo más bien de sonidos crudos y casi austeros como realmente corresponde a los inicios del estilo.
Una producción de turbiedad y mugre envuelve sus ocho temas confiriendo la sonoridad infecta que haría pensar que en verdad fuese grabado bastante antes de 2004. La batería es la clásica blacker con blast-beats aporreando casi sin parar, así como el amasijo guitarrero suena crujiente y cochambroso sin estar exento de momentos algo más brevemente elaborados y hasta añadidos acústicos, recordándome no pocas veces a los viejos tiempos de la gloria pasada de Satyricon.
Al igual que el citado grupo noruego, sus teclados no resaltan por encima del conjunto, aunque sí que son más abundantes que en su caso y aquí suenan bien presentes a lo largo de todo el álbum. Para mi gusto resaltan de manera eficiente la atmósfera umbría y hasta hay algún detalle como un piano final en un tema, si bien son en general sintetizadores de sencilla oscuridad como los del debut de Manes.
Lo que menos me convence es la voz, muy tosca y arenosa, gritando de una manera un tanto forzada. Preferiría la putrefacción de una buena voz rasgada, pero es un mal menor de todos modos.

Al repertorio mencionado podríamos añadir otros discos eminentemente noventeros como los de Malignant Eternal o Kvist, más pistas de su añejo sonido no puedo dar.