miércoles, 27 de agosto de 2014

RETRIBUTION - Corpus Antichristi Y3K




Me complace decir que uno de mis discos favoritos de este año es español, un debut de una nueva banda resurgida tras las cenizas de otra que ya conocía yo de antemano.
Corría el año 2007 cuando los valencianos Y3K lanzaron su modesto pero resultón CD "Retribution", nombre que han reutilizado para el retorno dos de sus miembros originarios (vocalista y teclista) junto con una nueva formación y sustanciosas reformas y novedades.

Y3K era un grupo de Black Sinfónico, y así sigue siendo en su nueva piel como Retribution, pero con la deseable subida de nivel que ha aportado contar esta vez con un segundo guitarrista, voces femeninas y un enfoque más bombástico.
La estructura blacker se reduce a las reptilianas voces y algunos detalles guitarreros, una base que quedaría muy anodina si no fuera por servir de cimientos a la ampulosa arquitectura sinfónica. No es plato para todo el mundo, pero quien sea seguidor del estilo se encontrará con que hacía años que no surgía un debut sinfónico de estas dimensiones, quizás desde Carach Angren me atrevería a decir.

Así, con un concepto similar al grupo mencionado y la etapa de Dimmu Borgir durante "Spiritual Black Dimensions" y "Puritanical Euphoric Misanthropia", han desarrollado un gran debut lleno de ambientes cinematográficos y espectaculares con los teclados sinfónicos que recrean instrumentos de viento y campanas y el buen hacer vocal, dando más vida al alternar las voces blackers con una vocalista femenina muy lírica y coros en los que aparece ella junto a voces masculinas claras, haciendo de este trabajo una especie de ópera sanguinolenta llena de sexualidad serpentina.
Un banquete voluptuoso que agradará a quienes disfrutaron de aquel plato fuerte que fue el debut de los franceses Winterburst en el 2012.






domingo, 24 de agosto de 2014

SUFFERING SOULS - Twilight Ripping Souls Apart




Pese a haber sido editado en el año 2000, hasta ahora no había podido escuchar este disco al no ser fácil de conseguir original (aunque hoy sí he encontrado una copia en Discogs) y no haberse filtrado en mp3 hasta hace poco... y menudo disco con el que he topado.

Estos alemanes no son partidarios de ir cambiando en cada lanzamiento, viendo que en sus tres discos siempre han tocado un Black Sinfónico de igual factura, muy furibundo y en las garras de la iconografía demoníaca.
En cualquier caso, este primer trabajo suyo es más mugriento, feroz y desollado por filos oxidados que sus otros dos álbumes, como corresponde a un debut sucio y contenedor de toda la sangre negra original de toda banda blasfema que se tercie, y más si vemos que está al filo de haber sido un disco noventero.
Se podría resumir en que consiste en una deliciosa descarga de guitarras zumbantes y gritos desgarrados en medio de una producción turbia que deja relucir momentos de majestuoso sinfonismo.

La voz no deja más concesión que los gritos rasposos a lo Parnassus, mientras que el aspecto puramente instrumental es levemente más benevolente y permite que haya tramos lentos entre los predominantes asaltos de ira blacker con blast-beats y un intenso riffing que casi apesta a emanaciones pútridas. Los teclados, que no suenan continuamente, son mínimamente generosos y aportan una atmósfera prominente de tinieblas casi palpables que de vez en cuando nos agasaja con melodías señoriales y hasta buenas notas de piano.

He escogido este disco por encajar más idóneamente con mis gustos personales, pero los otros dos son desde luego disfrutables y habrá a quienes gusten más por ser menos sucios y con una producción con menor índice de podredumbre. Quien haya escuchado el primer disco de Maleficentia o los dos CDs de Parnassus ya sabe de antemano qué se encontrará, y quien no lo haya hecho sólo tiene que probar el enlace que adjunto:





miércoles, 20 de agosto de 2014

SUMMUM BONUM - Mors Janua Vitae




Un amigo brasileño del blog me ha recordado no pocas veces hacer una reseña sobre su proyecto musical, y es hora ya de atender a las amables peticiones de tan educado seguidor de este espacio.

Hace unos años hice el análisis de su EP "Um Sonho de Fantasia Nostálgica", donde nuestro amigo Harim Pires se encargaba de todo en solitario, con la consecuente descompensación entre lo elaborado de sus teclados y lo artificioso de guitarras y baterías simuladas sin más remedio por los sintetizadores, pero en esta ocasión debuta al fin en 2012 con un disco completo donde cuenta con instrumentación real.

La colaboración de Robson Freire ha aportado guitarras, bajo y batería para que ya sea un proyecto de Metal propiamente, de modo que ya sí podemos comprobar cómo suenan los sonidos sinfónicos de Summum Bonum sobre una base próxima al Black Sinfónico y el Metal con mucha carga Ambient (o Ambient con regusto Metal, si se prefiere).
Entre guitarrazos sobrios aparecen algunos destellos melódicos e incluso acústicas y algún solo, y las baterías llegan a soltar blast-beats de Black Metal, un gran paso adelante con respecto a la etapa de demos del grupo, pero lo que sigue brillando con luz propia son los teclados como no podía ser menos en un trabajo sinfónico. Destacan a mi entender los pianos con ese gusto por lo clásico que deja notar este hombre, aunque el abanico incluye también órganos y sonidos más etéreos que van muy acordes con la temática metafísica del álbum, que no en vano se titula en latín "La muerte es la puerta a la vida".
La voz es lo único que ha conservado su toque rudo sin pulir, una rasgada basta que se ve acompañada por cánticos claros y voces narradas al estilo de los años 90.

Para ser un álbum debut que da sus primeros pasos y empieza a tomar forma como grupo real de Metal está más que aceptable y digno en su onda al estilo de Fear of Eternity o Lord Agheros, por poner un par de ejemplos.






domingo, 17 de agosto de 2014

ELDERBLOOD - Son Of The Morning




Le toca el turno a un interesante debut del pasado 2013, con una banda ucraniana desconocida en la que dos de sus músicos han pasado por otro grupo más consagrado como lo es Nokturnal Mortum, además de haber colaborado con otros como Munruthel o Khors.

Hacen Black Sinfónico, y ahí acaba la conexión musical con Nokturnal Mortum, porque no tienen que ver con los tintes folklóricos ni con la épica a lo Graveland de aquéllos. Lo suyo es más como pasar por el prisma de hoy día el Black Sinfónico de entre mediados de los 90 y el año 2000, de manera que un sinfonismo muy opulento se encuentra con una forja guitarrera muy trabajada y una producción potente.

En el primer corte ya despliegan toda su caballería sinfónica con unos teclados que no pocas veces emulan el poderoso efecto de trompetas de batalla entre sintetizadores de tan radiante emoción que parecen venir del fuego solar. Y ahí no acaba su buen hacer, como dije antes no descuidan para nada la labor guitarrera y sus riffs blackers destilan un nada desdeñable sabor Thrash que le da más empuje al conjunto guiado por baterías entre rápidas y medios tiempos épicos.
La voz, por su parte, me recuerda personalmente al tono hosco y rudo que imprime el insigne vocalista de Moonspell cuando usa sus tonos rasgados, cosa que da un plus especial si uno gusta del buen hacer del gran Fernando Ribeiro.

Así que no hagáis mucho caso de esas típicas reseñas que comparan el álbum con Dimmu Borgir porque esto es otro material distinto, algo con mayor grandiosidad heroica y ardor guerrero. Dejad que el ímpetu de este álbum salga por vuestros altavoces o auriculares.





viernes, 15 de agosto de 2014

DARKENHÖLD - Echoes From The Stone Keeper




He aquí nuevamente una de esas segundas oportunidades que resultan de lo más provechoso. Segunda oportunidad en tanto que también es el segundo disco de esta banda francesa, tras su debut "A passage to the towers" que me dejó un regusto a indiferencia.

Como acabo de decir, ese primer contacto mío con el disco debut no me granjeó estima hacia el grupo, pero concedí una nueva oportunidad con este segundo álbum de 2012 y la cosa ha cambiado notablemente.
En primer lugar, da gusto encontrar en años recientes bandas con este gusto por lo medieval y usando pinturas para la portada y artwork, en medio de la tendencia actual a las modernuras y el photoshop; en efecto se inspiran claramente en la Edad Media y sus imponentes castillos como siempre han dejado inferir, de modo que la música es un Black Metal alejado de las modas de hoy día, al mismo tiempo que no se estancan y no temen imbuir su estilo blacker de toques de Metal más clásico.

Si habéis leído algo anteriormente, habréis visto decir que tienen un uso muy prominente de los teclados... yo estoy en desacuerdo y lo matizo. Si bien es cierto que echan mano de exhalaciones sinfónicas muy a tono con su temática de viejas piedras y fortificaciones recias, no aparecen en todo momento y son las guitarras quienes llevan el peso de las composiciones, quedando los sintetizadores en un papel similar al de los húngaros Sear Bliss. Cuando éstos hacen acto de presencia se agradece mucho, porque su neblinosa consistencia profundiza más en el concepto medieval, y además cuenta con unas pocas guitarras acústicas para dar otra pincelada de antiguos días de reinos ganados con sangre y acero.
Los viejos discos de Abigor, Satyricon y Emperor serían otros buenos ejemplos a los que recurrir, pero teniendo en cuenta que Darkenhöld no están tan confinados en ese Black Metal nórdico de los 90 y rodean con una producción razonablemente decente su repertorio de riffs no exentos de melodías y ritmos armoniosos junto al deseable caos de blastbeats y trémolos.  Tal vez es la voz el elemento más blacker, con el tono muy rasposo que le da su vocalista Cervantes, quien por cierto tiene un seudónimo muy atractivo para un español como yo.

Además del enlace y de un vídeo con el disco completo, os adelanto que dentro de un mes tendrán un tercer CD con el título "Castellum", habrá que estar atentos...






domingo, 10 de agosto de 2014

SHAMBLESS - Irke Ranefas




Este proyecto búlgaro a cargo de un músico en solitario va ya por su cuarto disco, editado en 2013, siendo uno de esos casos en los que el producto mejora notablemente en cada edición. Normalmente me gustan más los primeros discos de los grupos por aquello de que contienen su mejor esencia, pero existe el caso de bandas que empiezan dejando que desear y pulen su estilo en sus últimos trabajos, como así ha sido con Shambless.

Ya en su anterior "Menra eneidalen" consiguieron por fin dar forma consistente a su música de fantasía épica con raíces en el estilo Black Sinfónico, pero ahora lo han definido aún más con este nuevo álbum, haciendo que tenga mejor sabor como el vino o licor envejecido en sus barricas.

Para empezar, el aspecto heredado del Black Sinfónico late con más fuerza ahora, administrando momentos de trémolos y guitarrazos más intensos e incluso baterías más potentes y rápidas en ocasiones, de manera que la comparación con Summoning se distancia (si bien nunca fueron emuladores del dúo austriaco).
Los teclados de corte heroico y épico fluyen acorde a la inspiración élfica de las letras, escritas en un idioma inventado en un gran alarde de creatividad, yendo desde los sonidos casi folklóricos a las tonadas de reluciente triunfalismo, porque si algo caracteriza a esta banda es que no rezuman la oscuridad medieval de otros grupos similares y se prefiere una atmósfera más luminosa y espléndida, dando banda sonora a los inmortales reinos de los elfos.
La voz, como comenté en la reseña de su otro disco hace tres años, es uno de los rasgos que más mejoraron con respecto a sus dos primeros discos. Ahora tenemos un buen abanico de voces extremas, dominando unas rasgadas rudas que ven a veces un toque de variedad con guturales y unas rasgadas blackers más agudas que nunca había utilizado antes este señor (parecidas a las rasgadas de Swallow the sun, por ejemplo). Por si fuera poco, sigue con sus cánticos de voz clara que convierte esos pasajes en unas importantes pinceladas de cantares de gesta.

Es menester incorporar este CD a sesiones épicas y medievales junto a Elffor, Summoning, Caladan Brood o Morgart. Como muestra dejo la épica canción de 10 minutos que da título al CD, una joyita.







martes, 5 de agosto de 2014

MOONGATES GUARDIAN - Eternal Legend




Si me preguntaran qué disco nuevo me parece el mejor de los que llevo escuchados este año, seguramente diría que el de Septic Flesh, aunque en verdad el que más me gusta escuchar es este primer trabajo completo de la banda rusa Moongates Guardian, el único álbum que tienen entre su panoplia de EPs y singles varios.

Este proyecto sólo existe en el medio digital, de modo que desafortunadamente no puedo hacerme con una copia física de este álbum, proyecto tras el que están los dos músicos de la banda blacker Holdaar (uno a cargo de las voces rasgadas de trasgo y el otro con todos los instrumentos) dejando correr libremente toda su creatividad en torno a la obra de Tolkien.
No se trata meramente de un trabajo basado en la fórmula magistral de Summoning, fuente de la que beben obviamente, sino que se recrean mucho más en el aspecto más grandilocuente y espectacular de "El señor de los anillos" al darle un enfoque mucho más sinfónico de ampulosa orientación orquestal.

Estos músicos deben ser muy entusiastas de la trilogía de películas basada en la obra tolkeniana, porque es lo que se desprende de cada una y todas las canciones, desarrollando un ambiente muy cinematográfico con sus sinfonías épicas en torno a la base de Black Metal, haciendo de este álbum una suerte de cruce entre Summoning y grupos de sonidos orquestales como Thulnar y Darkside of Innocence. Las deseables melodías medievales encuentran un refuerzo considerable en los coros majestuosos y los grandiosos teclados, rematando el toque cinemático con samples de las películas, siendo espectadores de la convulsa Tercera Edad del Sol en la Tierra Media, la miseria de Gollum y la destrucción de la obra del señor oscuro.
Desconozco si llegaron a colaborar con alguna orquesta real, dada la falta de información en la red, pero en caso de elaborarlo todo con sintetizadores hay que decir que está todo muy bien trabajado y cuidado, dándose pocos productos tan bien acabados como el que nos ocupa, envuelto a conciencia en el resplandor glorioso de edades muertas, como si de una fabulosa ópera de "El señor de los anillos" se tratara.

Puede pecar de dejar el asunto guitarrero en segundo plano, pero es natural con el punto de vista eminentemente ambiental que tiene. Un trabajo idóneo para sesiones de Black Sinfónico del más épico y medieval junto con Summoning, Caladan Brood, Kinstrife & Brood, Valar o Emyn Muil, o incluso si apetece algo de corte orquestal como Thulnar o Amor e Morte.