jueves, 29 de diciembre de 2011

AQUILUS - Griseus



Mi última entrada del año, que justamente es una novedad de este ya moribundo 2011. Precisamente cuando pensaba que ya estaba todo el pescado vendido en cuanto a descubrir novedades antes de fin de año, voy y me topo con esto gracias a un amigo... y menuda novedad para cerrar las entradas hasta 2012, uno de esos álbumes para quitarse el sombrero.

Este proyecto en solitario de un músico australiano comenzó como Ambient en sus demos, introduciendo poco a poco el Black Metal, hasta que por fin tenemos su debut entre manos donde el Black campa con más libertad haciendo que esto recuerde un poco a October Falls con teclados y partes ambientales neoclásicas.

Durante este largo y bonito disco autoproducido disfrutaremos, como quien se sienta al lado de la estufa a contemplar el invierno a través de los vidrios empañados de su ventana, de partes puramente ambientales con Folk y teclados neoclásicos alternadas con otras más blackers donde los hoscos guitarrazos y las feroces voces rasgadas nos recuerdan a veces a la laboriosidad de los viejos Opeth, aunque normalmente la cosa va más en una onda similar al primer disco de Kauan, Agalloch o incluso Empyrium.
Este último grupo está presente en mi mente cuando las partes Black no dejan de lado el sinfonismo de teclados, además de los toques folklóricos con voces claras.
Es un disco para tomarse con calma, una hora con ocho canciones que tienen diez minutos de duración como media, además de que abundan los largos pasajes instrumentales como pasa con los citados Kauan y Agalloch.

No será desde luego el primer grupo que pasa de hacer algo suave a un estilo más rudo e incluso blacker, pero lo han hecho muy bien y esta evolución es bienvenida en estos tiempos en que acaece lo contrario (bandas que comienzan Blackers y acaban abortando en otras cosas que ni mencionaré).
No hay que dudarlo si te gustan todos los grupos que han ido apareciendo en la reseña, con el añadido del sinfonismo neoclásico, aquí tienes uno de los mejores discos del año para pasar apacibles tardes de invierno en recogimiento cuando el exterior está mortecino y vacío.


http://www.mediafire.com/?m3z0vwbpuvbum7y


miércoles, 28 de diciembre de 2011

CHRIST AGONY - Moonlight - Act III



Toca ahora recordar uno de esos viejos de Black Metal los 90, aunque esta vez no será sinfónico como suelo hacer, por variar alguna vez.
No tengo ni idea de la actual valoración de Christ Agony (acabo de ver que tienen un disco nuevo y yo ni lo sabía), pero recuerdo que fue un grupo muy apreciado en su momento, cuando los descubrí hace mucho veía que decían que eran de lo mejor de Polonia junto a Profanum y Lux Occulta. Aunque yo en realidad llegué a ellos a través de Moon, una banda paralela en la que sale su vocalista.

Yo personalmente escojo su tercer disco de 1996, el único que tienen con el sello inglés Cacophonous Records, citado bastante en este blog por editar muchos primeros discos de grupos que aquí salen, como Gehenna, Bal Sagoth, Cradle of Filth, Ancient Ceremony, Antestor, Dimmu Borgir o Abyssos.

Lo elijo porque he conectado especialmente con su atmósfera, algo que raramente me pasa en discos sin ambientación de sintetizadores, pero es que de verdad transmiten sensaciones nocturnas y pasiones sanguinolentas con este CD de Black Metal a medio tiempo donde afloran influencias del Death e incluso leves arañazos de Doom. Tocan casi todo el tiempo lentamente, recreándose ampliamente en esos temas tan
noventeros como son la luna, la sangre, demonios de la oscuridad y demás asuntos nocturnos. Las guitarras tienen un punto idóneo, densas pero sin ser un muro cansino, incluso con destellos de melodía, recordándome un poco a las del nocturno debut de los germanos Mystic Circle (recordemos que ese disco era bien distinto a lo que sacaron después). No hay teclados, pero usan con muy gusto las acústicas que, junto a los samples de sonidos de lluvia, encajan muy bien con los momentos de placidez lunar salpicada de rojo.
La voz de su vocalista es algo particular, unas rasgadas sobrias y comedidas, que a veces dejan paso a unas voces claras masculinas que, lejos de ablandar las canciones como en otros grupos, incrementan la atmósfera de madrugadas susurrantes cuando además usa lánguidas voces narradas.

Habrá quien conozca el grupo mucho mejor que yo, que ni he oído todos los discos, pero a quien no, aquí dejo recomendado un disco lleno de grandes melancolías de medianoche.


http://www.mediafire.com/?zr2jyjlmd4a

martes, 27 de diciembre de 2011

THEUDHO - The Völsunga Saga



Hay veces que uno se dispone a leer sobre discos nuevos para descubrir algo, y al final acaba escuchando uno de hace más años. Esto me ha pasado con los belgas Theudho: vi que tenían un nuevo EP, pero yo nunca escuché el grupo y al final he acabado con su segundo disco de 2006.

Una portada de Kris Verwimp de las mejores que he visto (será porque a mí siempre me gustó dibujar dragones) y unas canciones que conforman un disco conceptual sobre los antiguos relatos germánicos de distintos países con esa raíz (por eso cantan en tantos idiomas) presentan este buen disco de Pagan Metal que yo diría que tiene bastante de Black Sinfónico.

Veamos, claramente ellos se dirigen por derroteros paganos, pero el regusto Black está muy presente, y en lugar de aderezar sus canciones con sonidos folklóricos escogieron usar teclados de tonalidades bastante sinfónicas. En cuanto comienza este largo disco repleto de temas, vamos a comprobar que alternan entre esas dos facetas musicales, mezclándolas bien, pero de manera que se notan las texturas de cada una. Las guitarras tienen la vigorosa robustez de nudosos troncos retorcidos de castaño en sus sólidas descargas de guitarrazos de Pagan Metal, pero también con el sabor del Black Metal en el fondo del paladar, al igual que las galopantes baterías épicas también pueden adoptar la velocidad blacker por momentos, haciendo honor a la bestia reptiliana de la portada.
Como señalé más arriba, los teclados tienen un importante papel en el álbum, ellos son quienes pintan de dorado y rojo sangre las leyendas germánicas y nos hacen llegar las batallas que atronaron tiempos pasados, con una pompa de sinfonismo casi orquestal en algunos momentos que hace honor a la literatura nórdica que compone las letras, incluso con interludios tranquilos de teclado al estilo del Black Sinfónico, y recordándome un poco a sus paisanos Lemuria.
Hablando de Lemuria, otra cosa en común con ellos y que nuevamente nos trae el Black Metal a colación es la voz, que es dominantemente rasgada a excepción de unos pocos coros masculinos y voces recitadas en los tramos ambientales.

No es un disco imprescindible del estilo, pero a los que nos gusta el sinfonismo pagano no está de más en el repertorio si nos apetece empaparnos con la sangre del dragón.


lunes, 26 de diciembre de 2011

OKSANAT - Aurora



Grupos que no conoce ni su madre, vuelvo a ese vasto territorio inexplorado que tantísimo me gusta.
Esta vez será con los serbios Oksanat y su único disco (sin contar demos) del 2004.

El Black Sinfónico a lo noventero es lo que contiene este CD de borrosa portada y canciones sobre la historia medieval de Serbia, con un sonido sucio y crujiente que me ha agradado mucho con el contraste de los lustrosos teclados.
Para que nos hagamos una idea del sonido, la producción me recuerda al primer disco de Parnassus y los discos viejos de Sear Bliss, sucia y mugrienta pero perfectamente escuchable. Gustan mucho de comenzar con sugerentes intros, para pasar a morder con furia cuando entran en acción las guitarras distorsionadas, densas y machaconas bien acompañadas de baterías contundentes, aunque también relajan los ritmos cuando se quieren lucir más con las ambientaciones de teclados. Éstos no son continuamente usados, pero están muy presentes y dotan de un aura sinfónica muy mitológica al disco que ya quisieran muchos grupos con teclados que suenan plásticos.

El tema vocal es muy versátil, ponen voz a estos relatos medievales y turbios con un abanico algo amplio. Van desde escasos y ocasionales chillidos agudos a lo Cradle of Filth y gruñidos guturales a una rasgada tosca y arenosa que es la voz principal, y con la breve participación de una vocalista femenina en un tema.

Lo que se encontraba por la red era un único archivo con las canciones seguidas sin cortes, así que yo mismo lo he separado en canciones y así os lo subo, para el disfrute de este disco con ambientaciones y sucios vapores que por igual os pueden recordar a Ador Dorath, Sear Bliss, Rossomahaar, Parnassus, Praeda o Poccolus.


sábado, 17 de diciembre de 2011

MOONSPELL - Memorial



Cuando he escrito sobre el "Songs of darkness, words of light" de My Dying Bride, apunté la manera en que un grupo mítico es capaz de sacar otra obra maestra en años recientes. Con Moonspell sería exagerado decir lo mismo, pero fueron capaces en pleno 2006 de sacar mi segundo disco favorito del grupo (el 1º es "Wolfheart", por cierto).

Los góticos portugueses (seguramente la banda portuguesa más popular), han remontado muy bien el vuelo en estos años, y con este "Memorial" recuperaron sonidos más duros y casi Black mientras que tantísimas bandas se ablandan con el tiempo.
Así es como su Gothic Metal se tiñe con los tonos carmesíes del ocaso al incrementar tremendamente la cantidad de voces guturales, hasta el punto de ser la voz principal, y texturas más contundentes adornadas por un sinfónico trabajo de teclados. Por lo demás, se reconoce el sello de  Moonspell, esas canciones donde la pasión salpicada de sangre flota seductoramente junto a los incisos serenos y livianos.

Lo que más me llamó la atención fue lo que he resaltado de primeras, voces y teclados. Fernando Ribeiro opta por dar rienda suelta a su guturales con fondo rasgado de predador nocturno, aunque también usa sus voces claras y atrayentes, y la aparición en un par de temas de la vocalista femenina que ya colaboró con ellos en los discos "Wolfheart" e "Irreligious". Mi otro aspecto destacado, el trabajo de teclados, tiene un marcado aire de banda sonora, con opulentas ambientaciones e incluso simulaciones orquestales en ocasiones.

Un muy digno retorno a sonoridades más duras, que hacen de este disco algo cercano al Black Sinfónico, aunque también con algún tema más gótico que el resto, como "Luna" como mejor ejemplo.
Ya sólo queda oírlo y sentir los susurros de la voz de la sangre.





sábado, 10 de diciembre de 2011

VINTERSORG - Till Fjälls


Nunca dejará de gustarme subir cosas con sus buenos años a la espalda, y hoy toca uno de esos grupos sobradamente conocidos que ni necesitan ser presentados. Esta banda sueca, que poéticamente se hizo llamar "Dolor invernal", se ha hecho muy popular con el sonido moderno de sus discos recientes, y yo vengo a recordar su fresco debut "Hacia las montañas", tal como invita su portada.

Aquí tenemos a Andreas Hedlund en compañía de unos pocos invitados, entre ellos Marcus Norman de los sensacionales Naglfar, que debutó en 1998 con Napalm Records con este álbum de Black-Folk, donde el Folk domina el paisaje compositivo sobre un helado lecho de Black Metal.
Tenemos canciones tranquilas, de ritmos paganos marcados por una batería programada que afortunadamente no suena artificiosa, y una escarcha de guitarras blackers que suelen tener cierta serenidad que me recuerda un poco a otros suecos como Siebenbürgen, aunque en ciertas canciones la parte blacker adopta un poco más de prominencia crujiendo como la nieve bajo nuestros pasos por los cortados congelados, y sus colaboradores aportan unos pocos solos de guitarra.

El protagonismo del disco se lo lleva la parte vocal, sin duda, que combina voces claras con rasgadas blackers. Sobre todo aparece la voz clara, cosa que normalmente me disgustaría en otros grupos, pero en este disco impregnado de Folk me agrada, teniendo Hedlund un poderoso tono vikingo de barítono, con el añadido de cantar en sueco que hace que suene más natural y tradicional. De cuando en cuando gruñe con unas rasgadas bajas y guarras, para que no nos olvidemos del Black Metal nórdico, y en un tema concreto canta junto a una vocalista femenina (que aparece brevemente en otro tema) haciendo que parezca que escuchemos un poema escandinavo.
Aunque las voces tengan esa fuerte presencia folklórica, hay elementos que lo acaban de redondear, como unas bonitas acústicas, un poco de flauta en una canción, toques de relajante piano en algunos temas, e incluso una famosa melodía de Grieg en el primer tema que hay tras la intro.

Ahora que estamos en las estribaciones del invierno, apetece ponerse discos así, clásicos nevados de siempre, y preveo que estará genial combinarlo con el debut de Borknagar y el de Nydvind en estos días de viajes por carreteras nubladas y frías.





jueves, 8 de diciembre de 2011

MARTYRIUM - Awakening The Ancient


Tras cinco años de silencio desde su segundo y último disco, el año pasado volvieron a la carga los malteses (Malta, esa isla de desconocida escena para mí) Martyrium con un disco muy explícito en cuanto a temática, nada más ver la portada con Cthulhu, el título del disco y los nombres de las canciones... sí, otro grupo componiendo sobre Lovecraft, aunque esto es novedad en esta banda concreta que antes tiraba por derroteros más facilones.

Su debut (que reseñé hace algo más de tres años) era como una versión más cafre y agresiva de Cradle of Filth, con guitarrazos más puercos y zumbantes y unas voces más agresivas y toscas.
Más o menos fue así en su segundo disco de 2005, que me acaba poniendo de mal humor porque más de la mitad del mismo es instrumental.

Error este último subsanado en esta nueva obra de 2010, un disco repleto de canciones donde aún se respira influencia del Death Metal en su general sonido de Black Sinfónico, sueltan guitarrazos algo embrutecidos para ser una banda que simula en parte a COF, al igual que la batería machaca y sabe dar contundencia en las partes más bestias que alternan con la atmófera y partes mélodicas.
Las voces mantienen también bastante el salvajismo desde el primer disco, aunque menos. Los chillidos a lo COF no son la norma general, y de todos modos no llegan a ser estridentes, con más frecuencia recurren a berridos más guturalizados, que bastantes veces se solapan junto con discretas voces rasgadas, y cuentan con el añadido de su vocalista femenina habitual, colaborando a que se cree el deseado ambiente ritual en un disco sobre los Primigenios. Agregan alguna que otra voz clara masculina, que por gustos personales me pareció bien en momentos pero no tanto en un tema concreto.
Lo que sí provee de ambientación, por supuesto, son los teclados, que no tendrán el lustroso sinfonismo de grupos más grandilocuentes, pero hacen muy bien su labor con sus distintos pasajes de sintetizadores de fondo, pianos, líneas más sinfónicas y ostentosas, incluso simulaciones de violín a veces.

Con una generosa duración, toques Death, producción aceptable y sin apenas estridencias vocales, agradará incluso a quienes no gustan de COF.
Este disco os espera soñando en las profundidades.



domingo, 4 de diciembre de 2011

ENCOFFINATION - O' Hell Shine In Thy Whited Sepulchres


Una funeraria sorpresa de húmeda oscuridad, porque sólo ha pasado un año desde que estos estadounidenses lanzaron su disco debut (lo reseñé este mismo marzo) y ahora nos salen con un segundo álbum que continúa de forma excelente lo mostrado en el debut y está a la altura o es incluso mejor.

Ya comenté en su momento que tocan un Death Metal mortecinamente lento, tanto que entran en los territorios del Funeral Doom más terrorífico y menos elegante. Este tipo de bandas bebe de las partes lentorras de Incantation, por supuesto, y también podemos notar el sonido de otros americanos como Imprecation en sus pétreas guitarras resonando dentro de tumbas llenas de huesos sin sonido, que también me han recordado un poco a los también necrológicos (aunque de otro modo) Necros Christos. El lado más Doom nace, como no podría ser de otro modo, en los ritmos graníticamente lentos y pesados como pies de pegajosa losa fría.

La monstruosa gutural crece en la humedad como el llanto o la lluvia, siendo más como la voz de bandas al estilo Funeral como Ahab o Evoken. Para rematar tan fúnebre retrato, incluyen más efectos sonoros que en el debut, donde se oían campanas al inicio de un tema, mientras que este álbum podemos oír su tañido de difuntos pálidos y mujeres de trenzas muertas en bastantes canciones, incluso un par de detalles aislados como un lejano coro religioso y un breve teclado, aumentanto la oscuridad parroquial.

Este disco disfruta de una producción más potente que la de su predecesor, pero aún ensuciada y con la mugre de las mortajas llenas de siglos de moho, lamiendo el suelo en busca de difuntos.
La portada me gusta especialmente por ser del sevillano Valdés Leal, su pintura barroca "Finis Gloriae Mundi", que es absolutamente indicada en un disco que transmite la fugacidad de lo terrenal que acaba reducido a polvo, olvido y tumbas solitarias. Y también es justo mencionar a Pablo Neruda porque las palabras de un poema suyo ha ayudado a describir sensacionalmente este disco que avanza con las velas henchidas por el sonido de los muertos.




viernes, 2 de diciembre de 2011

DARK FOREST - The Awaken


Si el disco de la anterior entrada era raro, éste puede llevarse la palma, porque me lo recomendaron hace muchísimo tiempo y hasta hace pocos años no ha estado disponible para bajarlo (para comprarlo no quiero ni pensar lo difícil que será, y desde luego me encantaría tenerlo).
Pero vayamos al asunto, estos Dark Forest son los mexicanos, aclaración hecha porque yo por lo menos asocio más Dark Forest a la banda vikinga de Canadá con el mismo nombre, y tocan Black Metal con un toque personal que han sabido brindar con buen gusto en mi opinión.

El bitrate en el que está disponible el disco en la red es bajo, pero de todos modos tienen una producción algo guarra y filosa, que hace un curioso y a la vez agradable con el extenso uso de violín. No es nada extraordinario que un grupo blacker incluya pinceladas de violín, pero este grupo tiene a una violinista en sus filas que rasga el aire con los lamentos de su instrumento durante todas las canciones y en ingente cantidad.
Esto hace que en algunos momentos se parezca un poco a ciertos grupos de Doom-Death con violines, como los primeros tiempos de Celestial Season, Memoria o Forest of Shadows (en el tema "The silent cry"), junto con el hecho de usar reducida velocidad (que a veces se incrementa, ojo) y guitarras algo pesadas, aunque con la distorsión del Black Metal con aspereza de acero al raspar sobre la piedra.

Otro toque que respira Doom es la voz gutural (que queda muy bien con la voz femenina de un tema concreto), aunque bien combinada con una muy rasgada que despedaza la calma inmemorial que nos ofrecen los momentos atmosféricos de violín, escasos teclados y acústicas.

Es, abreviando, un disco de apetecibles contrastes, con la brutalidad de las guturales, el desgarro vocal blacker y las afiladas guitarras hilando suciedad junto a otras hebras doradas con el violín y los elementos melódicos.
A quien le guste el violín lo tiene claro, y más quien guste de encontrar este tipo de mezclas, aquí tiene este álbum de 2001 que contiene seis temas mas los cuatro de su anterior demo.



jueves, 1 de diciembre de 2011

RAA HOOR KHUIT - Passage Through Sephiors


Veamos si ahora por fin puedo seguir con mi actividad normal en el blog, que vaya tela con los dos meses anteriores. Y empezaré con uno de esos discos tremendamente sinfónicos que siempre me atraen.
Estos alemanes son muy desconocidos, y no me extraña con un único disco del que no hay apenas información.

Su Black Sinfónico seguro que sería comparado con Dimmu Borgir, como siempre hace la gente, o con Limbonic Art quien maneje un poco más, pero yo lo veo más en plan Izakaron, primer disco de Obsidian Gate y similares. En otras palabras, es de esos discos donde los teclados llevan la voz cantante, tejiendo las melodías de manera que el disco quedaría totalmente desnudo sin los teclados como un bosque de chopos en invierno.
El tejido sinfónico es muy rico, incluyendo los repertorios habituales en este tipo de álbumes ampulosos, con pianos, algún órgano, texturas orquestales e incluso simulaciones de trompetas a lo épico, pero no de la manera de epicidad mística de unos Summoning por ejemplo.
Las guitarras, en cambio, no lucen mucho que digamos, consisten en guitarrazos sencillos que ni son densos ni tan ligeros como los de bandas muy melódicas. La batería normalmente alterna medios tiempos con acelerones, pero sin el poderío aplastante y sinfónico que sí tienen Obsidian Gate por ejemplo.
La voz sí que es algo que no dejan de lado por centrarse en los teclados, siendo bastante variada y va de desgarros sanguinolentos a otros registros más graves y guturales, incluso con algún cántico masculino.

Con una duración muy digna, este CD de 2002 tiene canciones más o menos fáciles de distinguir y recordar, pero ninguna suele ser especialmente carismática; lo que sí es seguro es que promete paisajes de filosofía perturbadora , viajes astrales y desgracias celestiales.