viernes, 30 de abril de 2010

CEREMONIAL CASTINGS - Immortal Black Art


Me apetece realmente retomar a estos estadounidenses, a quienes descubrí hace dos años cuando editaron su brillante “Salem 1962”, que me espoleó la curiosidad para investigar un poco otros discos suyos. Así es como oí por ejemplo el debut, y especialmente los dos discos anteriores a ése de 2008.

Precisamente he encontrado a los mejores Ceremonial Castings en estos tres últimos discos, los que llevan magníficas portadas dibujadas por el belga Kris Verwimp (autor de artworks y portadas para bandas como Thyrfing, Manegarm, Horna o Absu) y el logotipo diseñado también por él.

Pasemos ya a la faena; si se caracterizan por hacer un Black-Death sinfónico, aquí en este álbum de 2005 la parte Death está más reducida, sobre todo en comparación con el deathmetalero “Barbaric is the beast” de 2006, estando más desarrollada la influencia del inefable “Anthems to the welkin at dusk” de los dioses Emperor.
Esta afiliación más blacker se nota cuando, acostumbrado a los toques más palpables de Death del siguiente disco, te topas con sus guitarras afiladas y ritmos típicos del Black Metal nórdico. Los riffs llevan no obstante el sello personal de la banda, pero en cambio las baterías suenan bastante planas y repetitivas, que es algo que no deberían unos músicos de su nivel.
En todo caso, es un disco aplastante y poderoso como ellos saben hacer, que parece portador de guerra y plagas divinas. Esta ira de los dioses es ambientada, como siempre, con unos buenos teclados, que en este álbum concreto siguen una onda muy cósmica en su mayoría, sin faltar sus buenas texturas sinfónicas y las partes de piano.
La voz es algo que también denota su mayor inclinación blacker, pues en otros discos usan guturales con bastante frecuencia, mientras que aquí aparece menos y deja mucho más protagonismo a la furibunda rasgada. Esta voz de guerrero inmortal es en verdad agresiva, un desgarro vocal que por suerte no llega a ser estridente, y aparte de las guturales también incluye algunas partes recitadas y unos pocos cánticos limpios.

La duración es larga como siempre, unos 51 minutos, coronados con un cover del “Transylvanian Hunger” de Darkthrone.

No es tan elaborado ni variado como “Salem 1962”, pero es también muy bueno y su toque más cercano a Emperor me encanta, recomendado para pasar una buena sesión al estilo del segundo álbum de los noruegos, el primero de Carach Angren o el último de Anorexia Nervosa.

miércoles, 28 de abril de 2010

FORLORN - THe Crystal Palace


Al hablar de Noruega, con su excelente repertorio de Black Sinfónico, ahora echaré un vistazo a su catálogo de Viking Metal, pues como buen país escandinavo incluye grandes bandas como Windir, Frostmoon, Myrkgrav, Borknagar, Helheim, Einherjer o estos Forlorn.
Me refiero por supuesto a antes de que Forlorn fichasen por Napalm Records y su orientación fuese distinta, pero eso lo diré en su momento.

En su debut de 1997, posterior a un EP del año anterior, ofrecían un Viking Metal que en realidad está a medio camino entre ese estilo y el Black Sinfónico, porque combina características de ambos estilos de una manera natural y satisfactoria, sin experimentos raros porque es algo que da lugar a un buen maridaje como bien como sabemos.

No debemos pensar en el agresivo salvajismo del Black Metal por ello, siendo un disco regido por los medios tiempos y unas guitarras con mucha influencia del Folk, a diferencia, por ejemplo, de los viejos Enslaved con sus riffs afiladísimos y ritmos voraces.
Esto crea un buen armazón para que engasten unos teclados muy al estilo del Black Sinfónico más pagano. Tienen un papel muy ambiental como por ejemplo en el debut de los alemanes Mephistopheles (disco con el que tienen en común llevar el castillo de Neuschwanstein como portada), así que no hay mucho lucimiento que digamos sin un solo momento de pianos ni similares, aunque tienen sus buenos momentos con sus melodías de resonancias folklóricas que nos transmiten musicalmente los eddas. Y, como suele ser habitual, las acústicas tienen un importante papel en estos menesteres.
La voz es el elemento que más nos hace pensar en la parte blacker del disco, porque en lugar de la clásica voz barbárica del Viking tenemos una rasposa y ronca voz mucho más propia del Black que sin embargo es acompañada por unos coros limpios muy abundantes, con el factor de variedad que aporta el alternar frecuentemente entre esos dos tipos de voz.

Me hubiese gustado un trabajo más lucido de teclados, pero es lo único que puedo mencionar así, por lo demás es un muy buen disco con una atmósfera con un toque de tristeza y belleza en contraste con el aire belicoso y más épico de otros discos vikingos.
En sus dos siguientes trabajos adoptaron un estilo más moderno y se perdió la atmósfera mágica y mitológica de este debut, que queda recomendado a fans de cosas como los magníficos Falkenbach por ejemplo.


martes, 27 de abril de 2010

KVIST - For Kunsten Maa Vi Evig Vike


Volver a Noruega siempre es un podrido placer, y más para analizar uno de esos discos de Black Sinfónico noruego de los 90 que aún no tenían sus líneas en este blog.
Kvist fue una banda efímera, que alumbró este único álbum (tras una demo) en 1996 y no mucho después fue engullida por las sombras. Al menos dejaron un buen disco en el mismo año que otros tantos grandes debuts, con magia pérfida asegurada por lo tanto.

Es uno de esos casos en los que con la portada ya podemos empezar a describir su música, nada más mirar estas viejas piedras bajo el ocaso de un sol que ha visto su breve día y ahora debe morir. Esta melancólica sobriedad es gestada musicalmente en un crudo Black Metal con inserciones sinfónicas que podemos encontrar más o menos similar al EP “First Spell” de Gehenna, el oscuro debut de Dimmu Borgir o el primer disco de Malignant Eternal, ya que es sin duda un producto de su tiempo.

Pero he de decir que es menos orientado hacia las líneas de teclados que los otros grupos que he ido nombrando desde el comienzo, excepto Malignant Eternal, que también es un grupo de sintetizadores más ocasionales.
Las guitarras dominan el conjunto con pétrea solidez, junto a unas baterías que no quieren abrasarnos con ritmos infernales y prefieren más bien empujarnos hacia parajes de insoportable soledad y vacío espiritual, a pesar de ser rápidas. Se abre paso a zarpazos una clásica voz rasgada que está un poco baja en la producción, pero que de todos modos no busca destacar por encima de la música.
Lo que tampoco destaca sobre el conjunto es el trabajo de teclados como ya dije, siendo utilizados para dotar de profundidad a las atmósferas de pálida belleza, y quedan realmente bien e incluso hacen que las canciones tengan aroma a épica romántica (con algún discreto órgano incluido).

Parece un disco agredido por los colmillos del olvido, pero permaneció con cierto estado de clásico en el underground y el año pasado fue reeditado por Peaceville Records, manteniendo intacta la estética, cosa que agradezco mucho personalmente porque no me gusta ver cambiadas las portadas.

Así que es una buena oportunidad de hacerse con estos treinta y siete minutos de buen Black Metal que gustará a fans de las bandas citadas y también de Emperor (por supuesto) e incluso dejará regusto a los debuts de Satyricon y Sear Bliss.

viernes, 23 de abril de 2010

SLARTIBARTFASS - Nordwind


Para volver un poco a las sendas paganas, opto por un disco que oí por pura curiosidad al ver su portada, con esa pintura mostrando una arboleda que aparece ruda y áspera ante nuestros ojos acostumbrados a portadas más luminosas.

Los que ya conozcan al grupo me podrán decir que hubiese podido escoger su segundo disco “Nebelheim”, del que sólo he escuchado temas sueltos, pero aún estoy en proceso de familiarizarme con las obras de esta banda alemana.
Si por las pocas canciones que oí de su segundo álbum de 2007 pude comprobar que hacían ahí un buen Pagan Metal con gaitas, diré que en contraste este debut de 2006 nos ofrece sus primeros pasos de una manera más cruda y sobria, lo habitual en los primeros discos en los que aún falta por pulir su propuesta definitiva.

Pero no quiero decir que me parezca mal, al contrario, porque personalmente me gusta descubrir la cara más tosca de los grupos en sus inicios, y lo que este “Nordwind” ofrece es veinticinco minutos de algo similar a los primerizos Finntroll cuando sonaban más rústicos. La producción no es desde luego algo que aprobarían oyentes exigentes, pues es como una rugosa envoltura de corteza de coníferas, y las canciones duran muy poco, entre tres y cuatro minutos (siendo excepción uno que dura siete minutos), limitando mucho el factor épico.
Aunque no es de todos modos un álbum con esas intenciones épicas, es más bien como una sencilla celebración festiva de campesinos donde suena bastante el acordeón entre esos riffs toscos y sucios, con los típicos teclados haciendo de colchón de agujas de pino, arpa de boca y unos pianos sobrios pero con regusto folklórico que me recuerdan un poco al segundo álbum de Finntroll.
El cántico pagano es la barbárica voz del Viking Metal, sin ningún tipo de añadido de voces limpias, contribuyendo una vez más a la naturaleza primitiva del álbum.

Es un debut con muestras de cierta inmadurez que aún habría de perfeccionarse en futuros discos, pero no deja de tener su punto pegadizo y es accesible, aparte de que a mí me gustan los debuts crudos, así que por mi parte yo he disfrutado de su sabor terroso.

martes, 20 de abril de 2010

DIMMU BORGIR - For All Tid


Vamos a olvidarnos del estado actual de esta banda tan archiconocida (y odiada por muchos), propongo simplemente reseñar este CD en su contexto y sin ningún elemento ajeno a él.

Corría 1994 cuando estos noruegos debutaron con este álbum con No Colours Records, sello que en esta ocasión y con los fineses Vordven (1997) apostaron por un Black Metal con un sinfonismo muy bien integrado en su cruda base. Así que stamos hablando de un disco que salió el mismo año que el debut de Emperor, al igual que el primero de Infernum, el de los polémicos ingleses Cradle of Filth (otros que es para mí una lástima la manera en que han acabado) y los primeros EPs de Gehenna y Arcturus.

La portada nos muestra un excelente dibujo de Gustave Doré para los poemas “Los idilios del rey” de Lord Tennyson, una estampa tan épica como sombría que define muy bien la esencia atmosférica del disco. La reedición de 1997 de Nuclear Blast tiene la portada en color y eso ya estropea el trabajo de Doré, al menos para mí.
Unas guitarras sucias y crudas avanzan entre la polvorienta producción y unos ritmos que, si bien pueden ser rápidos como es típico en el estilo, recurren mucho a partes lentas donde la atmósfera melancólica campa a sus anchas y bien amortajada por el umbrío toque de los sintetizadores.
Aún no era la hora de los magníficos pianos de su brillante sucesor “Stormblast” de 1996, pero los teclados de este debut tienen mucho encanto añejo (bueno, y algún discreto piano hay), consistiendo sobre todo en una bruma difuminada que sólo trae tonos grisáceos a la imaginación, pero también hay pinceladas medievales y toques acústicos, y los momentos más fantasmagóricos son sensacionales como sólo podía ser posible en discos de esos años.

La voz también es más áspera y tosca que en discos posteriores, con un Silenoz al frente que tenía un tono blacker más pestilentemente clásico en contraposición a la voz de Shagrath (quien también participa en menor medida) que todos conocemos bien, escupiendo letras íntegramente en noruego con una mueca deformada por la repulsa, a lo que se agregan algunas voces narradas, y la participación de voces claras y rasgadas en el tercer tema por parte de un miembro de Dødheimsgard.

El título “Por siempre jamás” me parece adecuado en un trabajo que persistirá en mi memoria como uno de los mejores discos de Black Sinfónico de los 90, una buena ración de oscuridad medieval siempre es de agradecer.

sábado, 17 de abril de 2010

ASHEN LIGHT - Pesn' Velesa


Me recomendaron este disco hace tantos años que no sé por qué no lo habré escuchado antes, pero al menos lo hice y me ha dejado muy bien sabor de boca.
En la anterior entrada comentaba un disco que estaba en el límite entre el Black Metal y el Pagan, pero esta vez lo que traigo es claramente Black Metal, de la vasta y fértil tierra en ese estilo que es Rusia, aunque muy imbuido de folklore.

Esto que tenemos aquí es el debut de 1999 de estos rusos, titulado en castellano “Canción de Veles”, donde uno se encuentra con la clásica estética blacker, incluso con sus músicos pertrechados de pinchos y maquillaje fúnebre, pero una primera escucha ya revela rápidamente que no se trata precisamente de un álbum oscuro o melancólico.
Tras la típica intro, nos recibe el primer tema con un inicio folklórico, y poco después comienza una descarga de rápido black metal eslavo en el que los teclados tienen un papel muy dominante. Se podría etiquetar entonces como Black Sinfónico perfectamente, aunque las melodías que llevan los teclados son muy Folk, simulando instrumentos de viento de manera que más de uno pensaría que este grupo emplea flautas, y resultando entonces en algo muy parecido a los ucranianos Dub Buk o los temas más folkies del “Goat Horns” de Nokturnal Mortum.

Ahí tenemos el motivo que haría que a muchos fans del Black Metal más rudo no les guste esto, porque este tono folklórico hace que suene como un prado que despierta del letargo invernal más que a oscuridad y montañas nevadas como suele ser común en la mayoría de grupos. Pero este borboteo de fuentes cristalinas está teñido de burla cruel, porque bajo estos teclados hay veloces baterías y guitarras con suficiente distorsión y la voz es en todo momento un desgarro gritón muy a lo ucraniano (aunque son rusos, recordad), sin una sola voz limpia como tantísimos grupos paganos incluirían.
Y este tono folklórico no está presente en todo el disco, hay un buen puñado de temas con un sonido que no se distingue del encontrado en grupos de Black Metal con teclados como Lucifugum o los primeros Nokturnal Mortum, y hasta algún toque de teclado medieval o piano.
Otra crítica, dependiendo del punto de vista de cada uno, podría ser el hecho de que el Folk sea simulado con el teclado, cosa que a mí no me importa porque es algo que ya he escuchado muchas veces, como en Alkonost o Lemuria por ejemplo.

Se nota que hay músicos de otras buenas bandas, pues han intercambiado miembros con otros grupos rusos como Sinful, Crystal Abyss o Esgharioth, aunque lo recomendable para degustar esta obra es que disfrutes del sinfonismo folklórico de Dub Buk, Alkonost y Nokturnal Mortum entre otros.
Os dejo la reedición de 2005 con unos pocos temas extra.
Si pidiese pass, es posible que sea: metalarea.org

miércoles, 14 de abril de 2010

GERNOTSHAGEN - Wintermythen


Para retomar un poco las riendas del paganismo, tenía en mente el segundo disco de 2007 de estos alemanes, una buena muestra de Pagan-Black Metal en el que las voces rasgadas y guturales se alternaban con poderosos coros de profunda voz limpia en un contexto que rozaba el Black Sinfónico por los teclados.
Pero, he aquí los curiosos caminos del azar, hace poco quise probar su debut de 2002 y me ha llegado a gustar más.

Lo que tiene este disco para haberme gustado más es una mayor orientación hacia el Black Metal con teclados, aunque la atmósfera siga siendo eminentemente aromatizada por la fecundidad del bosque.
Hay muchos grupos de Pagan y Viking Metal con notable influencia blacker, pero con este álbum se llega al punto de ser muy cercano al Black de regusto pagano como pasa por ejemplo con el debut de Riger, otro disco pagano muy bien surtido de teclados y con voces blackers al frente.

El ritmo no es el clásico festín de colmillos y garras aceradas del Black Metal, pero sí más que en el clásico tono épico de otros grupos, y es áspero como el aliento de la tundra. Los teclados son una parte importante en su fórmula y son para mí un vínculo con el Black Sinfónico, ya que más que a folklore suena a la oscuridad de Hecate Enthroned (salvando las distancias) y son frecuentes los momentos ambientales de helada soledad y antinatural luz fría, hasta incluso meten algunos pianos, y no faltan efectos como los graznidos de los córvidos.
Con la voz, pues más de lo mismo, manejan una rasgada bastante hostil como el rechinar de icebergs en orillas heladas (cosa que se mantuvo en el segundo álbum) acompañada por guturales, con ocasionales narraciones en off. Sin una sola voz limpia a lo pagano, sólo hay unas pocas femeninas en el segundo tema, y toda la labor vocal recae en estas vocalizaciones lobunas.

Podrá disfrutar de este disco tanto un seguidor de lo pagano como uno de lo blacker sinfónico, pues este trabajo se acerca bastante a esos grupos de Black con teclados como Wolven Ancestry, Svartahrid, Ringnevond o Perished, con el frío que muerde como una espada.

lunes, 12 de abril de 2010

ECLIPTIC SUNSET - Of Torment And Grief


Y tras un disco español, ahora toca algo de material argentino.
Conocí esta banda con su debut “From these dried lands” de 2003, donde practicaban algo así como un estilo a lo Cradle of Filth con mucho Folk y acústica, de manera que ese elemento acústico era algo principal en su propuesta, y para esta continuación de 2006 apostaron por un sonido más contundente y metalero.

Todo el artwork es como la portada que veis, basado en las pinturas Nicolay Bessonov, un artista ruso especializado en los procesos a brujas y sus consecuentes torturas; por lo que el artwork de este CD es todo un muestrario de cepos, grilletes, cadenas, sogas, instrumentos de inhumana tortura, interrogatorios y ejecuciones.

A este contexto de tormentos demenciales se acopla una fórmula más potente que la del disco debut, con mayor protagonismo del aspecto de Black Sinfónico, y lo folklórico y acústico como un complemento atmosférico. Esto se nota incluso en las voces, ya que además de los gritos agudos a lo Dani Filth también hay muchas voces embrutecidas que recuerdan un poco a las de Nergal en los Behemoth de su etapa de Death Metal (las voces limpias aparecen bien poco).

Nada más comenzar el disco ya nos percatamos de la mayor fuerza que imprimen a las guitarras y baterías, siendo un poco más Death que otros grupos a lo Cradle of Filth, pero sin olvidarse de una correcta ambientación. Los teclados no escasean precisamente, y el órgano es el elemento que mejor nos traslada a esos horrores en húmedas mazmorras del fanatismo religioso. El violín tiene también una recurrente presencia con su doliente rasgueo, así como la viola y el violonchelo, siendo una notable contribución porque personalmente me encanta el toque del violín.
Y, para no olvidarse del estilo de su primer disco, hay un tema folklórico donde los instrumentos de viento se unen a las acústicas, justo antes de la instrumental que cierra el álbum.

Dentro de algo que puede ser tachado de poco original, por aquello de parecerse a un grupo tan famoso, saben agregar personalidad y sus toques de acústica y violín son algo que pocas veces se encuentra y encima lo hacen con acierto.
Nada más que añadir, el dolor de la Santa Inquisición aguarda aquí a quien quiera probarlo, amortajado por las últimas sombras de la noche.

miércoles, 7 de abril de 2010

ATMAN - Like Pure Unawaited Magic




Volviendo a los productos patrios, es el turno ahora de esta banda de Barcelona que se formó a principios de los 90. 
A diferencia de otras bandas de Black Metal, no tratan los típicos temas diabólicos pese a su propuesta agresiva, sino que se decantan por una inspiración más filosófica y hasta poética. De hecho, su nombre tiene un significado espiritual hindú, y por ello existe algún proyecto de diferente estilo musical con el mismo nombre e influencias hindúes. 

 Esto se plasma en este debut de 1996, de Black Metal muy enraizado en el sonido nórdico de siempre, con una producción modesta y turbia, algo baja para el gusto de muchos, con guitarras cenagosas y los clásicos ritmos rápidos que de cuando en cuando rebajan revoluciones para proveer más atmósfera. 
La melodía es algo bastante presente, pero sutilmente y sin ser la nota predominante, lo suyo es aportar un trasfondo de atmósfera oscura. Hay unos pocos teclados por ahí repartidos, muy discretos y no hay mucho que comentar sobre ellos. 

 Lo que sí es destacable es la participación de una soprano, esto es algo muy típico ya, pero en este caso contaron con una profesional que agrega un toque especial, haciendo que se nos transmita mejor la solemne estética de inmortal poesía de sus canciones. Además, esta voz de soprano no sobresale por encima de la música como sucede con Ador Dorath o (especialmente) Amor E Morte, quedando como un estupendo añadido ambiental como en el “Delictum” de Siebenbürgen. 

La contrapartida demencial de ese aliento divino es la voz masculina rasgada, bastante gorgoteante, por lo que a veces me acuerdo un poco de Forbidden Site (aunque no se parecen ambos grupos). 
Es por tanto, para mi gusto, una buena forma de verternos en el oído esas letras existencialistas e intimistas que revelan la mórbida condición del alma. 

 Muy original no es este vástago de los 90, aunque tiene la virtud de seguir sonando muy blacker pese a tener tanta voz femenina (su uso suele desembocar en que la gente tilde de gótico cualquier cosa). Si te gustan las bandas que he ido mencionando y te las puedes imaginar más crudas y sin sinfonismo, entonces debes probarlo.





Pass: metalarea.org



sábado, 3 de abril de 2010

SWORD OF DARKNESS - Heathendom


Volvamos a recorrer el este de Asia, ya que en varias ocasiones he puesto grupos chinos, japoneses, taiwaneses y coreanos, como por ejemplo con Tyrant, Sad Legend y Chthonic.
Ahora le toca el turno ni más ni menos que a Vietnam, con el único grupo de allí que conozco, este dúo compuesto por unos hermanos.

Ser vietnamitas no trasciende de la mera curiosidad, ya que su sonido no posee ningún rasgo oriental como sí pasa con Oathean o Chthonic, sino que suenan completamente a grupo europeo, e incluso yo diría que esto podría hacerse pasar por un disco de Polonia (ya comentaré mis motivos más adelante). Ni tan siquiera residen en su país porque estos hermanos se trasladaron a los Estados Unidos.

Pasando ya al contenido de este único álbum que editaron en 2003, es un Black Sinfónico bastante estandarizado, no muy liviano pero tampoco muy violento, en el que sin embargo muestran momentos de teclados muy majestuosos con los que se desmarcan más de la media.
Una modesta producción enmarca este disco de buenas guitarras con tintes melódicos y baterías que juegan con ritmos diferentes, teniendo así un mínimo de variedad en las canciones.
Variedad que se refleja también en las voces, ya que ambos hermanos contribuyen con hoscas rasgadas y guturales, estilo vocal que me recuerda bastante al de Lux Occulta, y unas pocas narradas y limpias.
Ya que menciono a Lux Occulta, decía que esto me sonaba a grupo polaco, y es debido a sus atmósferas de teclado con un hálito de majestuosidad que me recuerda al citado grupo y a Hermh. No hay que perder de vista los momentos más refulgentes y detalles como el maravilloso momento con el piano y la voz narrada en uno de los temas finales. Aunque fuese editado en 2003 parece un álbum europeo de los 90 por esos teclados y el sonido que confiere la producción.

Incluso con las letras son muy europeos, con los típicos temas de guerra, invierno y repulsión hacia el cristianismo. Si te gustan los grupos sinfónicos polacos y otras cosas como los turcos Black Omen, te gustará entonces este CD también.