jueves, 26 de febrero de 2009

COVENANT - In Times Before The Light


Olvidemos el horroroso status actual de esta banda bajo su nuevo nombre The Kovenant, porque se puede decir con total seguridad que sus dos etapas parecen pertenecer a dos bandas completamente diferentes. Nagash, quien fue bajista de los más populares Dimmu Borgir, ya demostró en el pasado que se le daba bien el Black Sinfónico con su otro grupo Troll y este CD que ahora voy a comentar, por lo que me parece casi insultante lo que practica en la actualidad.
Pues bien, este disco es su debut con Covenant, que fue creado alrededor de 1995 pero hubo problemas al extraviarse el artwork, por lo que el disco no pudo ver la luz (nunca mejor dicho) hasta 1997, un año después de ese 1996 de grandes debuts, pero el 97 fue también una buena cosecha con Bloodthorn, Obtained Enslavement, Vordven o Tartaros entre otros.

El "Stormblast" de Dimmu Borgir es una muy buena referencia para hacernos una idea del sonido de este álbum; podríamos citar también a Mörker o Cryogenic, y el debut de Troll es otro referente más que aceptable pese a ciertas diferencias.
El sonido de Troll era más crudo al mismo tiempo que más bombástico, tal y como comenté en su respectiva entrada del blog, por lo que es más sencillo y preciso establecer el parecido de este debut de Covenant con los dos primeros discos de Dimmu Borgir, ese Black semicrudo con arranques sinfónicos y un sonido poco violento en pro de las ambientaciones lúgubres y casi melancólicas.
La atmósfera es más natural que la de su segundo CD "Nexus Polaris", con unas ambientaciones comparables a sentirse una criatura voladora que despliega sus cansadas alas para planear sobre la oscura mole de la catedral de la portada del disco.
Los teclados no sobresalen por encima del resto, siendo un elemento más del conjunto, con un sonido envolvente que de vez en cuando nos regala una sensacional sección de piano, además de incluir unas pocas acústicas que se complementan muy bien con los sintetizadores (recordemos las acústicas de "For all tid" en Dimmu Borgir").
Las guitarras, por su parte, no son tan crudas como las de Troll (ni las baterías tan cañeras), pero desde luego sí lo son más que las de "Nexus Polaris", y Nagash no es uno de los mejores vocalistas pero se defiende bien con su voz rasgada que está lejos de los gritos estridentes.

Muy recomendado a amantes de estas producciones de los 90, y más teniendo en cuenta que este disco es todo festín con sus diez canciones de cincuenta minutos de duración. Olvidemos el horrendo estilo electrónico de The Kovenant y disfrutemos de su oscuro pasado.


domingo, 22 de febrero de 2009

EPIC - Of Tears And Blood...


Agrego este único álbum de esta ya fallecida banda a mi particular olimpo del Black Sinfónico francés (Anorexia Nervosa, Love Lies Bleeding, My darkest dream, Maleficentia, AevLord, etc...) porque me ha encantado desde que lo conocí ayer mismo. No pude evitar sentir curiosidad ante esta portada con el cuadro "El lamento del rey Arturo" de William Bell Scott, así que me decidí a darle una oportunidad.

Y no puedo expresar mi sorpresa al descubrir que muchos de sus miembros son los que más tarde formarían parte de Love Lies Bleeding, esa banda de Black Sinfónico con dos de sus cinco discos que me resultan indispensables. En este álbum de 1998 no sólo está el mismo vocalista de Love Lies Bleeding, también aparecen el guitarrista y el teclista. Sobre todo me complace enormemente la presencia de ese excelente teclista, y vaya si se nota su aportación en las composiciones.

Las guitarras se desenvuelven comodamente en un escenario eminentemente ambiental y sinfónico, aunque tienen sus partes contundentes con la tempestuosa batería aportando también pálpitos de agresividad. Y los teclados no sólo cumplen con su ineludible función de brisa atmosférica, porque para mí son uno de los mayores encantos del disco, dando rienda suelta no sólo a los teclados difuminados de corte ambiental, porque su teclista Korgan revelaba talento con sus teclados de inspiración clásica que incluyen aristocráticos clavicordios, órganos medievales, delicados pianos y esas simulaciones de oboes que también aparecerían en su posterior banda. No satisfechos del todo, además agregaron la melancólica elegancia del violonchelo, que se nota especialmente en los momentos más relajados.
Todo esto va muy unido al concepto del álbum, que parte de historias de caballería y estética poética a partes iguales, con un componente shakespeariano muy pronunciado. Para recrear estos lamentos fúnebres, macabro romanticismo y el sanguinario tapiz de la guerra contamos con la raspada voz de Emrys, adusta pero poderosa, las voces narradas y algunos movimientos de voz lírica masculina.

Pero hay un incoveniente, no muy grande, pero existe, y se trata de la duración de la obra con sus 26 minutos. De todas formas me ha encantado el CD, tanto que lo he encargado original hoy mismo, y me gustaría que el libreto incluyera las letras y comprobar cómo encajan con el estilo de la portada, porque de momento ya puedo escuchar que la voz narrada de la intro dice "the king lies on his bed, and the queen cries at his feet".
Así pues comparto con vosotros este gran descubrimiento reciente, que te encantará si disfrutas como yo de los momentos más atmosféricos de Love Lies Bleeding y del estilo sinfónico de los 90.


martes, 17 de febrero de 2009

IN DARKNESS... - Too Cold Inside


Esta serenidad lunar de portada pertenece a mi nuevo descubrimiento de Portugal, sumando esta desaparecida banda a mi repertorio luso de Moonspell, Eternal Mourning, Sirius, Desire, Process of Guilt y Before the Rain. Los cuatro primeros grupos que he nombrado no tienen mucho que ver entre ellos estilisticamente, pero les une un gusto por las atmósferas de teclados que también comparte este CD de In Darkness.
Tras una demo de 1995 lanzaron este disco de 1997 que fue reeditado al año siguiente, y entre un trabajo y otro se ve que sofisticaron su estilo y lo hicieron mucho más atmosférico.
En sus inicios se clasificaban como Black-Death, pero el lanzamiento de este debut estilizó bastante la cosa como comentaba, siendo ahora más melódicos e incluso con influencias del Heavy Metal como declaró su teclista en una entrevista.

Lo primero a tener en cuenta es que la producción deja un poco que desear, porque se escucha bastante bajo, pero por suerte los instrumentos se distinguen claramente e incluso el bajo es muy notorio.
Esto hace que no suene precisamente contundente, si bien resulta que además es un álbum enfocado a la atmósfera y las guitarras tienen una buena dosis de melodía, aparte de los citados toques heavies que aportan bastantes solos interesantes, y la batería tampoco es que sea demoledora.
Lo que sí destaca sobremanera son los teclados, por supuesto, con ese sonido tan característico de esos años, recordemos por ejemplo los teclados de Sear Bliss, Avatar, Grimoire, Emperor o Abigor por ejemplo. En general suenan muy ambientales y con ese efecto difuminado, como una niebla sobre las tranquilas aguas de la portada, transmitiendo toda esa serenidad nocturna, pero también hay unos cuantos pianos, discretos órganos y sonidos de campanas. A veces me acuerdo un poco de sus compatriotas Desire, aunque su estilo doomster sea otra cosa, pero me vienen a la memoria por su relajada música con voces rasgadas profusamente envuelta en teclados.

La voz es casi gutural en la primera canción, pero después tenemos una voz más rasgada que resulta bastante tosca y supongo que debe ser la principal reminiscencia de su pasado Black-Death, y en un par de temas contaron con voces femeninas recitadas que remarcan un poco esos pasajes atmosféricos. Yo hubiese preferido una voz más raspada para un álbum así, pero no puedo quejarme realmente, dejémoslo así.

En el último tema hay un silencio que da paso a un final ambiental de teclado, epílogo de sus siete canciones y dos instrumentales que duran casi treinta y cinco minutos, con lo que se hace algo corto. Personalmente me gusta mucho este sonido con producción modesta nublado de teclados, es muy noventero, y a ti también te gustará si sabes de lo que hablo.

lunes, 16 de febrero de 2009

MID AUTUMN NIGHTS - And I Entitled It: "A Dirge..."


Cambio un poco mi habitual registro blacker para subir algo de Gothic Metal, ya que me lo han pedido y además me he sentido realmente interesado al comprobar que el líder de esta banda de Israel es Eden Rabin, el teclista de sesión que apareció en Grimoire (Black atmosférico de 1996).
No sólo es que sea el líder de la banda, en realidad él se encarga de todo excepto de la batería (a cargo del otro músico que completa este dúo).

Lo he llamado Gothic Metal porque así es como lo veremos etiquetado en todos sitios, aunque hay que hacerle justicia diciendo que la música neoclásica es algo más que palpable en su propuesta. El hecho de que este hombre colaborase con bandas de Black Sinfónico no quiere decir que aquí vayamos a encontrarnos con guitarras rudas y baterías potentes, porque de hecho las guitarras brillan por su ausencia y son los teclados los que dirigen magistralmente esta obra.
Más bien tenemos un bajo acompañando como es de esperar a las relajada batería, y algo de guitarra acústica, pero ningún riff duro (excepto en un breve momento del especialmente ambiental tema "Yet dazed").
En cambio sí que aparece un toque extremo en el aspecto vocal, pues una de las voces principales es una rasgada que curiosamente se parece un poco a la de Grimoire, esa voz macabra que no resulta gritona. Como contrapunto están las voces claras, que son por suerte soportadas por mi poca tolerancia hacia las voces limpias, siendo muy acordes con el tono atmosférico del álbum, entre melancólicas y religiosas, y no pocas veces aparecen junto a la voz rasgada con más que curioso efecto. También hay unas pocas voces femeninas en dos de las canciones, discretas pero resultonas.

Y hablemos del absoluto protagonista del disco: el teclado. Estos teclados son muy románticos y tienen mucha inspiración neoclásica, con ese clásico toque de elegancia del piano por ejemplo, o adoptan ese punto de oscura atmósfera que encontramos en el Black Sinfónico, e incluso tienen a veces cierto aire Folk oriental (pero muy leve).
Creo que escuchar este dramático disco mientras se contempla una puesta de sol puede resultar delicioso y doloroso al mismo tiempo, al igual que casi todo lo trágicamente agradable en esta vida.

Ahora ya sí puedo acabar recomendando este precioso disco a amantes de la música más ambiental con incorporación de voces rasgadas, pues puede gustar tanto a quienes disfrutan de Bishop of Hexen como a los doomsters fans de Desire.


domingo, 15 de febrero de 2009

BLOODTHORN - In The Shadow Of Your Black Wings


Ayer mismo adquirí original este disco y es inevitable reseñarlo, pues estoy harto encantado con lo magnificamente presentado que viene, y es que es uno de los mejores digipacks que he visto en mi vida, con cuatro paneles profusamente decorados con dibujos como el de la portada y un buen libreto que se permite contar la historia que hace que sea un álbum conceptual.
Ya reseñé el segundo disco disco de estos noruegos, "Onwards into battle", hace un par de años porque me gustó mucho, pero finalmente he acabado prefiriendo este debut de 1997 donde tienen el mismo estilo que en el otro disco pero mostrando una faceta más áspera y ruda.

Ya comenté en la reseña del segundo álbum que se caracterizan por tocar a medio tiempo sobre todo, con canciones largas (entre seis y once minutos) en las que dan rienda suelta a riffs crujientes y pesados (aunque con algún que otro solo interesante) y ambientaciones lúgubres.
Pero que esto no lleve a pensar en influencias Doom, que parece que cualquier cosa lenta ya tenga que ser doomster, esto es Black a medio tiempo y no hay más misterio, aquí no está esa melancolía inherente al Doom Metal.

En este disco sólo aparecen dos miembros como músicos fijos de la banda (el guitarrista y el vocalista), siendo el resto de músicos de sesión, cosa curiosa, y más teniendo en cuenta que algunos de ellos pasaron a ser miembros estables para su siguiente trabajo. Así que la atmósfera es similar si contaron con el mismo teclista, que aporta unos teclados etéreos que realzan la atmósfera de la historia que cuentan a través de las letras, algo sobre una torre oscura que al llegar al cielo provocó una lluvia de sangre cayendo aves muertas y dejando estériles los campos, por lo que dicha torre pasó a llamarse Bloodthorn. También hay no pocas ocasiones en que los teclados pasan a primer plano y destacan como pianos o momentos especialmente ambientales, haciendo que de verdad podamos sentirnos espectadores de esas historias de monstruosas batallas, tierras arruinadas y hediondos parajes.

Otro elemento atmosférico viene de parte de la misma vocalista femenina que apareció en el segundo disco, aportando su suave voz en ciertos momentos de cuatro de las canciones, un toque ocasional pero agradecido. Pero el protagonismo vocal recae, como no podía ser de otra manera, en la voz rasgada, que es particularmente ronca y áspera, algo que me parece que encaja muy bien con el tono pausado de las canciones.

En fin, si te gustó el otro disco no te lo piensese, porque a mí desde luego me ha acabado pareciendo mucho mejor, y para quien piense en comprar el original le recomiendo que debe ser la edición en digipack, ya que la presentación es infinitamente mejor. Aquí lo dejo para fans de lo atmosférico en busca de nuevas obras.



FALL OF EMPYREAN - A Darkness Remembered


Se suponía que estos doomsters estadounidenses de Arizona iban a lanzar un nuevo álbum el año pasado, pero estuve mucho tiempo esperando sin que éste apareciese y ni sé si lo llegarán a editar, pero por si no los conocéis ya os traigo yo este tremendo trabajo de Doom-Death del atmosférico.

La mejor comparación que se me ocurre es con sus compatriotas Necare, ya que en Estados Unidos hay también buenas bandas de Doom Metal (os recuerdo también a Morgion), se me ha ocurrido por la manera en que emplean los teclados, tocando ambas bandas un Doom-Death con voz gutural sobre todo, y bien envuelto por teclados que están un poco de fondo y crean una buena bruma a través de la que surgen las guturales como las voces de las almas atormentadas.
Este CD es autoproducido, y no les quedó nada mal, pero la producción es algo baja y modesta, por lo que no tienen esa contundencia de Necare y otras bandas con un sonido más potente.
También tienen sus momentos más protagonistas los teclados cuando abandonan su papel de colchón de fondo y adornan las pesadas guitarras con pianos y melodías entre románticas y apáticas. Para acabar de dotar al disco de atmósfera también recurren bastante a las acústicas, que además contrastan muy bien con los momentos más genuinamente Doom-Death del álbum.

En cuanto a las voces, ya hice referencia a que la gutural está al mando, siendo bastante brutal y apareciendo incluso en los momentos acústicos, aunque también cuenta con un razonable repertorio de susurros y recitaciones como tantos otros grupos.

No innovan absolutamente nada, pero sólo hay que escuchar temas como la dramática "Slowly dying inside" o "No hope before me", fieles reflejos de las angustiosas letras a través de las más descorazonadoras melodías y atmósferas. Será más que interesante para fans de Officium Triste, Necare o Inborn Suffering, aunque he de recordaros la modesta producción por si alguien es exigente en ese aspecto. Aprovecha lo que queda de invierno para pasear por algún lugar donde la estación deja huellas de su desnuda belleza y observa lo deliciosamente parecido que es a escuchar este gran álbum.


martes, 10 de febrero de 2009

CEREMONIAL CASTINGS - Salem 1692


Bajo esta excelente portada del gran Kris Verwimp nos llega el último de disco (2008) de esta banda estadounidense que ya tiene un buen repertorio, y además con más colaboraciones del dibujante belga. En su momento no le presté la atención debida y es ahora cuando realmente lo estoy disfrutando y apreciando todo su potencial, como también me pasó con Carach Angren aunque no tan tarde (gracias de nuevo, Rafa).

Sus trabajos anteriores eran por lo visto más Death, pero para este último álbum han optado por reducir algo menos ese aspecto y suenan más blackers, con producción típica de los 90 y todo. Todo esto me ha recordado a Sear Bliss, además del modo en que juegan con las partes cañeras y los momentos en que las guitarras son más lastimeras, y por el tono de éstas. La densidad de las guitarras y el uso de los teclados (tanto en cantidad como en la manera de integrarse) también pueden traernos a la cabeza a Negura Bunget, aunque ciertamente sean tipos diferentes de transmitir atmósferas.

Si tuviera que describirlos en pocas palabras, sencillamente destacaría lo variados y versátiles que son, porque lo mismo meten dos canciones muy contundentes al principio del disco, para luego mostrarnos que tienen el mismo buen hacer a la hora de enredarse en canciones más atmosféricas y tranquilas.
Esto se ve reflejado en el estilo vocal, con una voz rasgada principal, muy agresiva por cierto, a la que añaden otros tipos de voces según el momento y la canción. En unos temas aparecen unas guturales muy bestias que dan un toque de contundencia extra, y voces femeninas que pueden recordarnos un poco a las del "Vempire" de Cradle of Filth. Para otras canciones concretas incluyen otras voces que no se oyen en el resto del disco, como esos coros femeninos que se dirían de un culto diabólico del tema "The Crucible and the Cross", los cánticos religiosos que se escuchan de fondo en "Damned Be Those of the Craft", la profunda y lúgubre voz limpia de la primera canción, o las voces recitadas en tono raspado.

Las letras tratan sobre lo que se infiere de la portada y el título, la caza de brujas en Estados Unidos, algo que me parece perfecto, porque si los europeos pueden tratar temas como la peste negra o las batallas medievales, entonces unos norteamericanos también tienen un buen tema de inspiración. Y ahora es el momento de hablar de los teclados, pues son el elemento que nos sumergen en ese contexto brujeril del concepto del álbum, y junto al juego vocal nos ayudan a recrear esos rituales en el bosque y las invocaciones demoníacas, así como el horror de la quema de las supuestas rameras satánicas. Hay momentos en que los teclados están muy en segundo plano, sólo de fondo, pero en otras partes manejan la atmósfera con más que eficiente soltura.

Por todo esto ha supuesto toda una satisfacción poder retomar este extenso álbum que dura una hora y doce minutos, y lo recomiento a todos los que disfruten de buenos trabajos que tienen cabida tanto para el salvajismo como para lo ambiental. Te gustará si Sear Bliss y Negura Bunget están entre tus favoritos.




lunes, 9 de febrero de 2009

ABIGOR - Nachthymnen (From The Twilight Kingdom)


Ya iba siendo hora de dedicarle una entrada a uno de los mejores discos de Black Metal de Austria, de parte de una banda que actualmente tira por derroteros electrónicos pero que en los 90 nos dejó con un buen repertorio de discos de Black Metal atmosférico del bueno.

Pero no hablo de Black Sinfónico o Melódico como en tantas otras ocasiones, pues aunque este CD (al igual que otros suyos) incluye toques de teclado, no llegan a suponer nada sinfónico realmente como sí ocurría con Forsth por ejemplo, grupo con el que hago comparación en base a la inspiración medieval dentro de una imagen muy blacker que ambas bandas comparten. Esto último también los hace similares a los dos primeros discos de Satyricon, un Black Metal de toda la vida con pinceladas épicas y algunos teclados medievales, aunque Abigor no comparten con el debut de Satyricon esa influencia tan palpable de Darkthrone.
Pues bien, partiendo ahora de la base de que este disco de 1995 es un Black Metal con moderadas atmósferas ancestrales, podemos adentrarnos un poco más en su propuesta que era ciertamente ruda y muy blacker, pero con un mínimo de variación, pues entre la densidad de sus cortantes guitarras dejan caer algún que otro momento más melódico, al igual que las baterías no sólo incluyen blast-beats y hay espacio para más ritmos (e incluso tambores marciales), aunque en general es un álbum donde predomina la fiereza blacker.

En cuanto al tan comentado tema del ambiente del medievo, viene de parte de unos cuantos teclados épicos bien distribuidos a lo largo de sus nueve canciones, como por ejemplo nada más empezar la primera canción con unos teclados que simulan trompetas guerreras junto al estallido blacker, e incluso en algunas otras canciones suenan un poco astrales. También echan mano de acústicas, que no quedan relegadas al papel de momentos acústicos relajados como en otros grupos, ya que forman parte del conjunto.
El otro aporte atmosférico del álbum es la ocasional voz femenina (no de soprano) de Elisabeth Toriser, que es ni más ni menos que la vocalista de Dargaard, pero no aparece en todas las canciones; y el verdadero protagonista es Silenius con sus voces de trasgo furibundo, a quienes ya conoceréis por ser miembro de la grandiosa banda Summoning.

Para acabar, esta inspiración ancestral se ve fielmente plasmada en el artwork, pues aunque el CD viene en una simple bandeja negra (sin un dibujo debajo al levantar el disco), éste tiene una imagen de un castillo, y el texto del libreto viene impreso en tinta dorada y con un tipo de letra medieval. Iconografía muy adecuada para un buen trabajo sin ningún relleno, pues sus casi cincuenta minutos de duración están compuestos de nueve intensos temas de Black Metal, siendo sólo "Dornen" el único tema que contrasta con el resto por su tono más relajado, así que queda muy recomendado si aún no lo conoces.




jueves, 5 de febrero de 2009

DISMAL EUPHONY - Soria Moria Slott


Retomo uno de los discos más queridos que tuve en mis inicios, cuando aún no tenía claros los estilos y etiquetas y ello me llevó a considerar a este grupo como más o menos Gothic cuando en realidad sus primeros trabajos eran de Black Melódico.

Pero pasemos a reseñar este debut de 1996, que quizás pasó desapercibido porque ese año lanzaron sus obras maestras muchos otros grupos noruegos (como ellos), como es el caso del genial debut de Limbonic Art, el de Arcturus o el "Stormblast" de Dimmu Borgir, que pienso que tal vez ocultaron un poco esta pequeña joya.
En más de una ocasión he visto este álbum catalogado como Gothic, como a mí mismo me pasaba, pero si nos fijamos bien comprobaremos que las guitarras sucias y distorsionadas y la cruda voz rasgada son las propias del Black Metal, aunque luego tengan una capa de teclados más que generosa que está por encima en la producción y las voces femeninas supongan casi un dueto vocal con la rasgada masculina.

En general es un álbum con un tono ante todo muy sombrío, con leves resonancias paganas que quedan también reflejadas en el artwork. Las guitarras, bastante zumbantes, toman en ciertas canciones melodías melancólicas, a tono con los omnipresentes teclados que nos regalan con pasajes que llegan a ser incluso un poco fantasmagóricos, al igual que se complementan muy bien la discreta voz rasgada con la misteriosa y fascinante voz femenina que parece propia de una criatura que te seduce hacia las espesuras del bosque para no volver jamás.
Otro detalle vocal muy interesante son los tétricos coros del tema "Isgrav, det siste hvilested" con esas profundas voces masculinas.

En cuanto al toque pagano que comentaba, se ve reflejado en el acertado empleo de acústicas, y en la instrumental "Alvedans" con la intervención de una flauta.
En fin, es un buen disco del underground de los 90 que nos regala con cuarenta y dos minutos de cinco canciones y tres instrumentales de Black más o menos áspero, sinfonismo, la triste elegancia del Gothic Metal más lúgubre y pinceladas paganas noruegas, ideal si no tienes prejuicios contra el empleo de teclados y la diversidad vocal.



martes, 3 de febrero de 2009

THEMGOROTH - Gate To The Unknown


Es apropiado el título del álbum, pues de verdad parece una puerta a lo desconocido... o no tanto, porque ya sabía de antemano que se trataba de Black Sinfónico polaco del bueno, y puedo asegurar que así fue. Siempre tuve mi tridente del Black Sinfónico de Polonia con Profanum, Eblis y Lux Occulta, pero con el tiempo se les han ido sumando Thy Hastur, Daemonicium, Mastiphal y estos Themgoroth a los que les ha tocado más recientemente el turno.

Precisamente tienen cosas en común con Mastiphal, siendo la más importante que compartieron teclista, músico con talento del que hablaré luego por separado, y el otro punto curioso es que tanto este disco debut como el único que editaron Mastiphal datan de 1995, año en que las bandas de corte sinfónico eran escasas pero con más que interesante atmósfera, como es el caso de Parnassus, Summoning, Bal-Sagoth (antes de pulir y dar forma a su curioso estilo), Gehenna y Opera IX.

Comparlos con Mastiphal no sería descabellado en base a ciertas ambientaciones, pero el sonido de Themgoroth se caracteriza por ser más relajado y altamente atmosférico.
Las guitarras son lo suficientemente blackers, pero en cambio la batería no tiene nada de agresividad ni velocidad, haciendo de este disco una obra bastante lúgubre, tal como transmiten también los teclados, que son omnipresentes a lo largo de todo el álbum y demuestran el buen hacer de su teclista, que también hizo un gran trabajo con Mastiphal y veo que 1995 fue sin duda su año por haber concedido una magnífica atmósfera a esos dos buenos trabajos. Estos teclados son en general ambientales y etéreos, aunque en no pocas ocasiones se lucen en forma de sutiles pianos o sonidos de campanas, haciendo que la música parezca envuelta por la bruma procediente de una sima entre grotescas formaciones basálticas.
Y, en cuanto a voces, pues simplemente una clásica voz rasgada con un efecto de eco que me gusta, a tono con el ambiente evocador.

El CD dura unos treinta y cuatro minutos, con cinco cortes que incluyen una intro, y el último tema es casi instrumental porque no tiene voces excepto unos gritos en su segunda mitad, con lo que nos quedan sólo tres canciones reales y me lleva a pensar que es como escuchar realmente un EP, pero por suerte tenían la costumbre de componer canciones largas y duran unos siete minutos, así que tenemos tres temas extensos con un tono tranquilo que invita a escuchar el disco sin prisas y dejándose seducir por su misteriosa atmósfera semajante a un inquietantemente solitario paseo entre ruinas que encierran horribles secretos ancestrales.

Y no puedo acabar la reseña sin apuntar que su otro disco supuso un pequeño cambio en su dirección musical, más Gothic, y no me gustó nada (sobre todo por las voces) a pesar de contar con la inestimable participación del teclista de Eblis.